Después de que le descubrieran dos desagües clandestinos dirigidos al arroyo Belgrano de La Florida, partido de Vicente López, y de un demoledor peritaje, la Justicia clausuró ayer en forma preventiva la planta que la multinacional Pepsi-co tiene en esa localidad bonaerense por contaminación y por "poner en riesgo la salud" de los vecinos del lugar, según revelaron a Clarín fuentes judiciales.
La medida fue dispuesta por la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, luego de inspeccionar el lugar y recibir un peritaje de especialistas de la Morgue Judicial y del cuerpo médico forense de la Corte sobre contaminación de esos efluentes.
El informe dice que desde esas conexiones clandestinas, que no pasan por la planta depuradora, "se tiran desde materia fecal hasta aceites vegetales" en ese curso de agua.
En esa planta de cinco manzanas, ubicada en la calle Roca al 700, Pepsi-co produce papas fritas y otros productos de su línea de alimentos.
La denuncia original había sido hecha por el fiscal Gentile en el marco de una serie de investigaciones realizadas por la contaminación del río Reconquista, iniciadas el año pasado.
La clausura se dispuso de acuerdo a la ley de protección ambiental 24051 y hasta tanto se revierta la contaminación. Esta ley prevé, además, la aplicación de fuertes multas y hasta la posibilidad de detener a los directivos de la firma.
La primera inspección de la planta alimenticia había sido hecha la semana pasada por la jueza Sandra Arroyo Salgado con el apoyo de efectivos de la División Delitos Ambientales de la Policía Federal, quienes tomaron muestras de los efluentes que salían de los vertederos clandestinos.
En principio, la jueza sospecha que la planta depuradora era "usada parcialmente" y a partir de ahora se hará una investigación minuciosa de las instalaciones.
La clausura se dispuso anoche luego de ser notificada al encargado de la planta.