El Gobierno a través del Viceministerio de Servicios Básicos dio plazo hasta el 30 de agosto para que la Alcaldía de Quillacollo construya la planta de tratamiento de aguas residuales, caso contrario serán revertidos 44 millones de bolivianos donados a fondo perdido por la cooperación europea.
El ultimátum corresponde al viceministro del ramo, Felipe Quispe Quenta, quien advirtió que si la Alcaldía no cumple con la consolidación de un terreno de 15 a 18 hectáreas para el emplazamiento de la planta de tratamiento y las lagunas de oxidación, lamentablemente se perderá el financiamiento.
La autoridad recordó que se trata de la última fase del Plan Maestro de Agua Potable y Alcantarillado que se ejecuta en Quillacollo con apoyo de la cooperación europea, el Gobierno nacional y la contraparte de la Alcaldía de Quillacollo. El proyecto demandó una inversión de más de Bs 70 millones de cuyo monto la Alcaldía asumió Bs 18 millones.
Sostuvo que para el funcionamiento del plan maestro se requiere la construcción de la planta de tratamiento, caso contrario sería una inversión sin ningún beneficio. “Sin la planta de tratamiento, Quillacollo se quedaría con un proyecto elefante blanco sin ninguna utilidad y con un alto costo económico”, dijo.
Según alcances del “megaproyecto”, éste solucionará el grave déficit de agua y servicios sanitarios de más de 100 mil habitantes y comprende el tendido de 135.968 metros de tuberías para agua potable y 22.656 metros de tuberías para la red de alcantarillado. Asimismo prevé la instalación de 9 mil conexiones domiciliarias.
Tras el ultimátum del viceministro Quispe, en el Concejo Municipal y organizaciones cívico-vecinales, se desató un debate encendido sobre la conveniencia o no del emplazamiento de la planta de tratamiento en la zona de Cotapachi, que se encuentra en la zona de influencia del megaproyecto turístico del Calvario de Urkupiña.
Tanto concejales como dirigentes cívicos analizan los pros y contras del proyecto, priorizando ante todo el bienestar de la población y la defensa del patrimonio ambiental de la zona.