Canese se reunió ayer a la mañana con el canciller, Héctor Lacognata, y el diplomático encargado de temas binacionales, Igor Pangrazio, para analizar la estrategia que planteará Paraguay sobre Itaipú, en la reunión que sostendrán mañana y el viernes en Brasilia los cancilleres y presidentes de Paraguay y Brasil.
Tras la audiencia, Canese adelantó que el Gobierno nacional no definirá nada en la visita a Brasilia, pero escucharán y analizarán con mucha atención la contrapropuesta brasileña. No descartó que se logren algunos avances, especialmente en la reunión entre los presidentes Fernando Lugo y Luiz Inácio Lula da Silva, el viernes.
Manifestó que Paraguay quiere recuperar su soberanía energética en la hidroeléctrica binacional. “No hay ningún motivo para que la soberanía sea negada. El 85% de la energía eléctrica que se exporta en América del Sur tiene su origen en el Paraguay. No hablamos del 10% sino del 85%”, ratificó.
PRECIO JUSTO Y LIBRE DISPONIBILIDAD
Canese insistió en que Paraguay quiere escuchar que Brasil pagará un precio justo o el valor del mercado por la energía que corresponde a nuestro país. Expresó que el valor del mercado está por encima de US$ 60 megavatios/hora mientras que Paraguay recibe apenas US$ 2,7 megavatios/hora, con lo cual nuestro país recibe por año apenas US$ 100 millones (sin contar royalties, resarcimiento, gastos de explotación).
“¿Por qué Brasil debería tener una energía paraguaya más barata que los precios de su propio mercado?”, se preguntó Canese. Aclaró que la intención paraguaya no consiste en subir las tarifas a los consumidores brasileños sino que el dinero recaudado ingrese a nuestro país como corresponde y no quede para el fisco brasileño.
Explicó que la libre disponibilidad consiste en que Paraguay debe disponer del 95% de la energía (que le corresponde y no consume) para vender a los mercados que quiera.
Nuestro país está obligado a cederle al Brasil el 95% de la energía que no consume a un beneficio único de US$ 2,7 megavatios/hora. “Si Brasil no está dispuesto a pagar un precio justo, entonces que nos permita negociar con otros mercados”, manifestó Canese.
Brasil ofrecerá la extensión del plazo de la deuda como salida
Edison Lobao, ministro de Minas y Energía de Brasil, según una publicación de O Estado de Sao Paulo de ayer, no solo insiste en plantear la extensión del plazo de pago de la deuda de Itaipú con Eletrobrás como “la solución intermedia” de la cual hablaba recientemente su presidente, Luis Inácio Lula da Silva, sino también pretende asustarnos con la información de que su propuesta “enfrenta resistencias en el área económica” del gobierno que él integra.
La propuesta, de concretarse en la reunión del jueves entre negociadores y presidentes de ambos países, sería una “piada de mau gosto” -chiste de mal gusto -, según la versión que imputa al Ing. Ricardo Canese O Globo, también en su edición de la víspera.
O Globo pone otra frase en boca de Canese: “Si la propuesta de Brasil fuere simplemente extender el plazo para el pago de una deuda que consideramos ilegítima, la única cosa que conseguirán será estremecer la relación bilateral”.
Valor Económico, a su turno, confirma la versión de Lobao al señalar que “Divergencias internas pueden impedir que el Gobierno brasileño ofrezca al Paraguay una extensión del plazo para pagar la deuda asumida por Itaipú binacional en la construcción de la usina hidroeléctrica”.
La contradicción, en este caso, cae por su propio peso. En efecto, si la deuda es de Itaipú, ¿por qué razón el Gobierno brasileño ofrecería esa “solución” al Paraguay?
Pareciera que ni Lobao, ni los colegas entienden que la deuda, que ronda hoy los US$ 19 mil millones, pese a haberse pagado ya más de US$ 30 millones, es de la entidad binacional denominada Itaipú (Art. III del Tratado), la que además tiene autorización, “durante la vigencia del presente Tratado para el aprovechamiento hidroeléctrico... del río Paraná (Art. V)”, con “... capacidad jurídica, financiera y administrativa ... para adquirir derechos y contraer obligaciones” (Art. 4º Anexo A).
Entonces, una vez más, Sr. Lobao, las grandes beneficiarias de su genial idea de extender el plazo de pago de la deuda de Itaipú “hasta el 2040 inclusive” serían Eletrobrás y las empresas mayoristas brasileñas.
La explicación es sencilla: una disminución del peso de las cuotas de pago sobre el costo de servicio de electricidad de la usina bajará su tarifa. Luego las grandes beneficiarias serán las empresas de su país porque explotan el 95% de la producción de Itaipú.
Además, no se olvide -ojalá lo recuerden siempre los negociadores paraguayos- que gran parte de esa deuda es cuestionada por la República del Paraguay porque es el producto espurio de casi una década de rebajas tarifarias que le hizo Itaipú a su país.
Amorim pone condiciones
BRASILIA (AFP). El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, discutirá hoy con su gabinete alternativas para hallar una solución “justa y viable” al diferendo con Paraguay por la energía generada en la usina de Itaipú, dijo ayer el canciller Celso Amorim.
“Tenemos que seguir conversando. El presidente Lula tendrá una reunión con varios ministros y vamos a fijar una posición de gobierno, que es lo que debemos hacer para encontrar una solución que sea justa y viable” al desacuerdo con las autoridades paraguayas, dijo Amorim a la prensa.
El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, llegará mañana a Brasilia para una visita de Estado y mantendrá una reunión con Lula, aunque las tentativas de aproximar posiciones por el momento no han dado frutos. De acuerdo con Amorim, esa solución “justa y viable” significa encontrar una salida que “haga que los paraguayos se sientan recompensados por recursos naturales cuya mitad les pertenece, pero que reconozca que Brasil financió y construyó la usina”.
No reconocen la deuda espuria
El nuevo gobierno de Paraguay no reconoce la deuda espuria vencida de US$ 4.193 millones generada en 1997 (durante el gobierno del Ing. Juan Carlos Wasmosy), aseguró ayer en la Cancillería nacional el Ing. Ricardo Canese, uno de los renegociadores del Tratado de Itaipú.
Afirmó que la deuda tiene que ser cero. “No es que no queremos pagar, como se publicó erróneamente en la prensa brasileña. Lo que nosotros decimos es que las empresas eléctricas brasileñas (Furnas y Eletrosul) generaron esa deuda porque no quisieron abonar (el servicio eléctrico)”, agregó.
La incidencia de esta deuda espuria en el pasivo de Itaipú seguirá vigente hasta la cancelación definitiva del pasivo del ente, en el año 2023, y de la forma en que se la introdujo en su pasivo, que es una de las peores formas, fue la más gravosa, se canceló primero el pasivo resultante de la deuda espuria con 4,1% de tasa de interés anual y, por otro lado, se acumuló la deuda más gravosa de 7,5% de interés. La deuda superaría US$ 30.000 millones.
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