La falta del líquido elemento se debe a la turbidez del río Tumbes, que llegó a niveles que no se registraban desde el fenómeno de El Niño, en 1983
El pasado domingo, la turbidez del agua del río Tumbes llegó a las 10 mil unidades, lo que no se presentaba desde el devastador fenómeno de El Niño entre los años 1982 y 1983.
Es por eso que el Gobierno Regional de Tumbes tuvo que asistir con cisternas de agua a la población que se fue más perjudicada, la mayoría de Zorritos, La Cruz y la ciudad de Tumbes, informó la colaboradora de El Comercio en la región, Milagros Rodríguez.
El gerente de Desarrollo Social, Benjamín Rentaría, coordinó con la concesionaria Aguas de Tumbes (Atusa) para que distribuyera 108 mil litros de agua.
Asimismo, Atusa dijo que el lodo que llegaba a la planta de tratamiento de agua potable impedía su procesamiento, por lo cual hubo que paralizar el servicio hasta que bajara la turbidez.
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