La anulación de un informe federal en el que se había descartado que el agua que consumían militares de Camp Lejeune, en Carolina del Norte, pudiera incrementar el riesgo de contraer cáncer le ofrece nuevas esperanzas a Vieques, según activistas.
La Agencia federal para el Registro de Enfermedades y Sustancias Tóxicas (ATSDR, por sus siglas en inglés) confirmó que ha echado a un lado un estudio que completó en 1997 en el que se habían minimizado los problemas de contaminación del agua de Camp Lejeune, un estudio que dejó un mal sabor entre sectores militares y sus familiares.
La decisión se tomó en momentos en que sectores del Congreso le reclaman a la ATSDR un nuevo estudio sobre el efecto de la contaminación por las maniobras militares en la población de Vieques.
“No podemos apoyar más la certeza de la información que contiene ese documento, específicamente en la evaluación del agua que consume el público”, indicó William Cibulas, director de Evaluación de Salud de la ATSDR.
Según la ATSDR, hasta un millón de personas pueden haber estado expuestas a toxinas que pasaron a las fuentes de agua -procedentes de la actividad industrial del campamento militar y de una lavandería vecina- durante un período de tres décadas. La Infantería de Marina le ha pedido a todos los que vivieron o trabajaron en Camp Lejeune antes de 1987 que se comuniquen con sus oficinas, para que puedan estar informados sobre todo este proceso.
“El caso de Camp Lejeune confirma la historia de esa agencia federal”, indicó ayer Robert Rabin, portavoz del Comité Pro Rescate y Desarrollo de Vieques.
Para Rabin, el caso de Camp Lejeune se suma además a las fallas de la ATSDR en determinar con rapidez la contaminación de las casas rodantes para los damnificados del huracán Katrina en Nueva Orleans (Louisiana) y a las denuncias del Subcomité de Investigaciones de la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara federal en torno a que la referida agencia tiene una tendencia a minimizar las denuncias que hacen las comunidades locales.
En el caso de Vieques, la ATSDR determinó en 2003 -a pesar de que otros estudios indicaban lo contrario- que la contaminación causada por las maniobras militares no representaba un peligro para la salud de los viequenses.
Hace unas semanas, el congresista demócrata Steve Rothman (Nueva Jersey), quien es miembro del Comité de Ciencia y Tecnología de la Cámara federal, le solicitó a la ATSDR un nuevo estudio sobre Vieques.
Mientras, el también congresista demócrata Alan Grayson (Orlando) y el comisionado residente en Washington, Pedro Pierluisi, han pedido al Subcomité de Investigación realice una audiencia en Vieques.
Como Rothman, Grayson es miembro de ese comité legislativo.
“Están muy confiados de que va a haber una audiencia sobre el terreno en Vieques”, dijo Flavio Cumpiano, asesor en Washington del Comité Pro Rescate y Desarrollo de Vieques, quien ha estado en contacto con la oficina de Grayson.
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