La Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC) hizo notar a la Justicia federal que luego de las crecidas de 2006 y 2008 resultan "estériles" las obras que se había ordenado para que la presa Portezuelo Grande pudiera derivar el caudal máximo con el que el río Neuquén podría llegar a esa zona de la provincia.
Todo se debe a un recálculo de la crecida máxima probable del Neuquén, que según los estudios que existían hasta antes de 2006 indicaban que podría llegar a ser de 14.520 metros cúbicos por segundo de pico instantáneo.
Estudios realizados a instancias de la AIC luego de las crecidas de 2006 y 2008 demostraron que la crecida podría llegar, en un máximo instantáneo, a 25.000 metros cúbicos por segundo.
Es un volumen de agua que Portezuelo Grande no podría derivar hacia el embalse Los Barreales, lo que obliga a pensar en otra obra, que para la AIC es Chihuido I.
Cuando se privatizaron las presas, el Estado nacional asumió el compromiso de invertir en las obras necesarias para evitar que una crecida afecte las ciudades ubicadas aguas abajo de las presas. La secretaría de Energía nunca reconoció que existieran estudios que demostraran que el caudal máximo pudiera ser superior a los 11.500 metros cúbicos por segundo que Portezuelo Grande puede derivar hacia Los Barreales y el cauce histórico del río.
Una mujer de Cipolletti llamada Rosa Cristina Roziatowski logró que la jueza federal Carolina Pandolfi hiciera lugar a un amparo para obligar al Estado nacional a hacer las inversiones necesarias para subir la cota del estanque de Portezuelo de manera de aumentar la capacidad de conducción del agua hacia Los Barreales.
Se trata de una solución que no se le ocurrió a esta mujer ni a la jueza, sino al suizo Giovanni Lombardi, uno de los más reconocidos especialistas en seguridad de presas del mundo, que es consultor externo de las obras bajo cuidado del Orsep.
Quien determinó en 25.000 metros cúbicos por segundo la crecida máxima del Neuquén es el consultor Michael Quick.
"Toda inversión que se realice en la presa Portezuelo Grande no cumplirá el propósito perseguido (brindar seguridad a los bienes y a las personas ubicadas aguas abajo), implicando además un dispendio enorme de recursos económicos y humanos", le dijo el presidente de la AIC, Horario Collado, a la jueza.
Citó a Lombardi y a otra autoridad en la materia, el argentino Oscar Vardé, para afirmar que la solución es construir obras nuevas, como Chihuido I, que está en pleno proceso de licitación.
Foto: Archivo Programa Infoagua
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