El presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Senadores, Guido Guardia, cuestionó ayer el hermetismo con el que se maneja la negociación de la agenda de 13 puntos entre Bolivia y Chile. Este malestar fue expresado luego que el canciller David Choquehuanca rindiera ante esta instancia un informe sobre el avance de la negociación de la agenda.
“Dice el Canciller que este tema se está trabajando solamente a nivel de vicecancilleres. Lo que yo no entiendo es por qué la prensa chilena conoce todo lo que se va a hacer y aquí hay puros secretos. Ahora si el Ejecutivo está rehuyendo a conversar sobre el tema del mar, lo veo difícil que nosotros los ciudadanos que no conversamos directamente con el Gobierno chileno tengamos esperanzas de salir al mar”, sostuvo el parlamentario al cuestionar la manera reservada y poco transparente con la que el Ejecutiivo manejó el tema marítimo durante los más de tres años de gobierno.
Choquehuanca fue convocado al Senado para brindar un informe detallado respecto al avance de las negociaciones bilaterales que llevan adelante Bolivia y Chile, en el cual está contemplado también el grado de avance de las aguas del Silala y al intercambio comercial entre ambos países.
Ante el hermetismo en la información, Guardia anticipó que se estudia enviar una misión legislativa conformada por senadores y diputados a Santiago de Chile el próximo mes de julio, para reunirse con sus pares chilenos. “Entonces tal vez tengamos que olvidarnos un tiempo del mar. En todo caso nosotros vamos a tener reuniones, posiblemente la comisión viaje a Chile para que nos digan la verdad, qué es lo que hay en las negociaciones, porque éllos allá saben todo y somos los bolivianos los que no sabemos nada”, remarcó.
Por su lado, el Ministro de Relaciones Exteriores recordó que cuando se iniciaron las conversaciones tanto los gobiernos de Bolivia y Chile convinieron manejar en la absoluta reserva las negociaciones sobre el tema marítimo y que si se llegaba a algún acuerdo se lo haría conocer a través de comunicados conjuntos.
“Se ha dado un informe del desarrollo de la agenda de los 13 puntos y el avance es positivo. Esperamos seguir trabajando de manera conjunta como lo hemos hecho hasta ahora en la construcción de la confianza mutua, el trabajo es de todos, del Gobierno, de los parlamentarios, incluso de los medios”.
En criterio del senador Guardia, la prensa chilena conoce todo sobre la negociación, y ésta sostiene que Chile no tiene ninguna deuda con Bolivia porque las compensaciones ya se habrían dado en su tiempo con la firma del Tratado de 1904. “(Al Canciller también) le hemos preguntado sobre cómo se aborda el tema marítimo en la nueva Constitución Política del Estado, sin embargo, sugirió que se debe leer completo el párrafo (...) Al fin y al cabo, ha sido un buen informe el del Canciller pues dice que hay avances importantes”.
A lo largo del Siglo XX, Bolivia ha reclamado una salida soberana al mar, arguyendo que su característica de mediterraneidad ha sido un importante impedimento para su desarrollo económico y social. Chile, por otro lado, desconoce las reclamaciones de Bolivia argumentando lo establecido en el tratado firmado entre ambos países en 1904.
En diversas ocasiones se ha tratado de llegar a acuerdos para solucionar el conflicto diplomático, entre las que destaca la década de 1970, cuyo punto culminante fue el “Acuerdo de Charaña”, firmado en 1975 por los ex presidentes de facto Hugo Banzer y Augusto Pinochet (Chile), más roces entre ambos países llevaron al fin de sus relaciones diplomáticas en 1978. En la actualidad, sólo existen relaciones entre ambos países a nivel consular.
Desde julio del 2006, la demanda marítima está incluida en la agenda de 13 puntos que se mantiene con Chile; sin embargo, estas conversaciones permanecieron, por tercer año, en el discreto ámbito de las conversaciones periódicas que desarrollan los vicecancilleres.
Según el analista Tito Ibsen, la política chilena no cambió ni un poco en esta última temporada y no existe la más mínima intensión del país vecino por ceder algún corredor con soberanía. |
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