Los presidentes de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, y de Paraguay, Fernando Lugo, no lograron un acuerdo sobre la demanda guaraní de renegociar el contrato sobre la planta hidroeléctrica binacional de Itaipú y decidieron reunirse nuevamente en julio. En una rueda de prensa conjunta con Lula, Lugo afirmó que su país no renunció a "ninguna de sus reivindicaciones", mientras que Lula expresó su esperanza de que las próximas seis semanas de negociaciones entre ministros de los dos países logren superar las diferencias.
El mandatario brasileño confirmó que Itaipú fue el principal tema debatido durante la reunión de trabajo de dos horas que sostuvo ayer con su homólogo paraguayo, seguida por una cena en la que continuaron las negociaciones.
"No hemos firmado ningún compromiso, pero sí hemos definido que en una fecha próxima, en Paraguay, el presidente Lula y yo nos reuniremos para ir mejorando la cooperación. Paraguay no ha renunciado a ninguna de sus reivindicaciones", dijo el presidente paraguayo.
Asunción reclama una revisión de los mecanismos que pautan el funcionamiento de la usina. La energía es dividida en partes iguales pero por fuerza del contrato Brasil tiene prioridad para comprar la energía que Paraguay no utiliza, y de esa forma el gigante se queda con el 95% de la energía producida. Brasil se muestra inflexible a cualquier posibilidad de rediscutir el tratado constitutivo que permitió la construcción de la usina y considera que paga un "precio justo" por la energía que compra de Paraguay.
Los brasileños pagan a Paraguay US$ 45 el megawatt, pero como Brasil asumió deudas para la construcción de la usina, amortiza esos pagos y así Asunción recibe aproximadamente 2,70, lo que busca renegociar.
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