“No hemos firmado ningún compromiso, pero sí hemos definido que en una fecha próxima, en Paraguay, nos reuniremos para ir mejorando la cooperación. Paraguay no ha renunciado a ninguna de sus reivindicaciones” , dijo Lugo en una conferencia de prensa en Brasilia.
Paraguay reclama una revisión de los mecanismos que pautan el funcionamiento de la usina de Itaipú. La energía es dividida en partes iguales, pero por fuerza del contrato Brasil tiene prioridad para comprar a precio ínfimo la energía que Paraguay no utiliza, y de esa forma se queda con el 95% de la energía producida.
Brasil se muestra inflexible a cualquier posibilidad de rediscutir el tratado constitutivo que permitió la construcción de la usina y considera que paga un “precio justo” por la energía.
Los brasileños pagan a Paraguay menos de 3 dólares por megavatio hora, sobre el costo de producción que pagan a la entidad binacional, que ronda los 40 dólares por megavatio hora. La deuda es de Itaipú y, a pesar de haberse pagado ya 30.700 millones de dólares, Eletrobrás aún le reclama 18.000 millones de dólares.
Lugo se reunió en la tarde del jueves con Lula en la sede de la Cancillería brasileña para tratar de aproximar posiciones en relación a las divergencias, pero a pesar de extender la reunión de la tarde hasta después de la cena, no fue posible alcanzar un entendimiento.
Lula reveló este viernes que Brasil “presentó algunas propuestas, pero el equipo del presidente Lugo entendió que sería interesante incluir algunas otras cosas, y por ello los dos gobiernos seguirán conversando”.
En principio, equipos de los ministerios de Hacienda y de la Cancillería de los dos gobiernos analizarán nuevas propuestas durante 45 días, y Lugo y Lula se reunirían en Asunción en la víspera de la próxima Cumbre del Mercosur para tratar de sellar un acuerdo.
Lugo expresó su esperanza de que “después de las conversaciones que seguiremos entablando, por lo menos la cogestión plena de la hidroeléctrica se logre en los próximos meses, así como también las obras faltantes”.
A su vez, Lula apuntó que “tuvimos una muy buena reunión, a pesar de que no firmamos ningún acuerdo. Tenemos mucho que hacer. Tenemos también que ayudar a resolver el problema agrario en Paraguay relativo a los ‘brasiguayos’, que ya son casi 400.000, e incluso discutir obras de infraestructura”.
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