La prolongada ausencia de lluvias en las altas cuencas del río Iguazú comenzó a sentirse con fuerza en las Cataratas, que desde hace varias semanas muestra sus negros muros de piedra sin las habituales cortinas de agua. Ayer, el río Iguazú tenía apenas un 35 por ciento de su caudal habitual, dejando al descubierto nuevos paisajes a los ojos de los turistas. Sin embargo, el caudal es superior al registrado la semana pasada, cuando había bajado a apenas 319 metros cúbicos por segundo, lo cual equivale a un 20 por ciento.
Esa merma se nota con mayor intensidad los días lunes y martes porque las represas brasileñas retienen agua durante el fin de semana para tener mayor capacidad de generación eléctrica durante los restantes cinco días.
El jefe de la Prefectura de Puerto Iguazú, Daniel Vera, explicó que "cuando el caudal del río Iguazú está por debajo de los mil metros cúbicos por segundo algunos saltos desaparecen. Ahora la disminución es mucho mayor y eso obligó a suspender los paseos ecológicos aguas arriba de las Cataratas y en algunas jornadas no salen las lanchas que realizan los paseos náuticos. Con esto se busca evitar accidentes". Las mediciones realizadas en una zona próxima a Cataratas permitieron establecer que ayer a las 10 el caudal era de 570 metros cúbicos por segundo, un tercio de lo que va por el cañón del Iguazú en épocas de normalidad.
Si bien el descenso es notable e impacta visualmente, desde Prefectura dijeron que el nivel está por encima del registrado en agosto de 2006, cuando llegó a ser de apenas 200 metros cúbicos por segundo. En 1978 una prolongada sequía lo hizo bajar a menos de 100 metros cúbicos por segundo y las Cataratas quedaron reducidas a un puñado de saltos. La bajante del Iguazú también impidió por varios días que los turistas recorran el circuito de la isla San Martín, pero el servicio de lancha volvió a operar este miércoles.
La pronunciada bajante del Iguazú se debe a la ausencia de lluvias en una zona que está habituada a más de 1500 milímetros anuales. Desde la Estación Cerro Azul del INTA, dijeron que esta es la peor sequía estival que vive la provincia desde 1967. El observador meteorológico José Olinuck señaló que "el promedio de lluvias en Cerro Azul entre diciembre y abril es de 882,8 milímetros, pero en idéntico período de 2008 a 2009 hubo apenas 358,3 milímetros, aun por debajo de las precipitaciones de la gran sequía que afectó la región entre 1977 y 1978". El déficit hídrico se acentuó en los dos últimos meses, ya que de un promedio de 351,2 milímetros de lluvias se pasó a apenas 46,2 milímetros: un récord. Si bien estas mediciones se realizaron en Cerro Azul, en la zona centro-sur de Misiones, el panorama es similar en el resto de la provincia, dijo Olinuck.
Efecto cambio climático
El experto en computación científica Alfredo Yaquinandi sostuvo que el déficit hídrico en Misiones se explica en gran medida por los efectos del calentamiento global. "Los climas tropicales se expandieron a expensas de los subtropicales -como en Misiones-, lo cual hace que hoy el Trópico de Capricornio se haya 'corrido' imaginariamente hasta la zona de Paso de los Libres, en Corrientes. Este panorama, sumado a la alta presión en la atmósfera que se instala en la zona del Mato Grosso (Brasil) desvían los vientos hacia el Sur, y hoy en día las precipitaciones que habitualmente teníamos en Misiones caen en la zona noroeste de la Argentina". Explicó además que "hoy las lluvias que caen acá provienen del sur y no de las junglas de las áreas boliviano-peruanas" y agregó que "la intensa radiación solar genera mucha evaporación de agua durante más tiempo". Yaquinandi pronosticó que "en los próximos meses vamos a tener lluvias periódicas pero no van a ser suficientes para revertir el déficit hídrico que tenemos en estos momentos".
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