La pronunciada bajante del río Paraná complicó nuevamente las operaciones del puerto de Barranqueras y dejó al descubierto las dificultades que existen en el trabajo de dragado en la zona el cual fue anunciado por la presidenta de la Nación Cristina Fernández el año pasado como parte de la reparación histórica para la provincia.
Las empresas que tienen su actividad ligada al transporte fluvial reconocieron que tienen serias dificultades por el calado y ven como desde hace un tiempo no se está haciendo el dragado y no saben cuales son las causas que motivan esta situación.
A partir de esta situación el interventor del Puerto de Barranqueras, Roberto Benítez, reconoció que no están operables en su totalidad. “Estimamos que estamos operable en un 80 por ciento de la capacidad de barcazas, pero la baja de operaciones en esta época hace que no se note tanto estos inconvenientes, no obstante estamos trabajando a contrarreloj a partir de que en pocos días debe comenzar el ingreso de soja”.
“Estos problemas fueron ocasionados por la marcada bajante que no solo afecta al Chaco, y que esperamos se revierta en las próximas semanas a partir de lluvias en las cuencas de Brasil”, dijo Benítez quien también reconoció que tienen problemas para mover la draga como consecuencia de esta bajante.
En este sentido dijo que el último trabajo de dragado se hizo en la zona de YPF con la finalidad de permitir que las barcazas con combustible no tengan dificultades para operar y que ahora la intención es trasladarla a la zona de Cargill, pero la bajante impide que se pueda posicionar en el lugar. “Se dificulta el traslado pero el inconveniente es no poder posicionarla en el lugar indicado”.
La bajante muestra que la parte sur del muelle se encuentre inutilizable, situación que fue reconocida por Benítez quien explicó que “la zona que habitualmente se opera es la norte y por eso se realizó el dragado en esa mitad; después que termine el trabajo en la Cargill la draga trabajará en la otra mitad del muelle para optimizar los 850 metros del puerto y estimamos que esto sería dentro de un mes y medio”.
Dificultades para las empresas
El empresario Luis Alberto Bría, titular de la arenera que lleva su apellido, reconoció que hay una gran bajante del río pero también que veía que no estaba funcionando la draga que está ubicada en el muelle de YPF. “Esa es la draga 326 que siempre trabajó en esta zona. Con esta bajante se puede observar gran cantidad de barro que queda a los costados del espejo de agua que cada vez es menor. Desde el muelle hasta el canal hay 40 metros de barro y lo mismo hasta la Isla Santa Rosa. Tengo 59 años y nunca presencié una bajante de esta magnitud”.
Sobre la situación laboral dijo que en el caso de ellos los perjudica pero no tanto a partir de que los barcos areneros los ponen en calado es decir que la carga que traen es en virtud del nivel del río, situación que hoy los lleva a realizar tres viajes por día. “Venimos con menos arena, peor nosotros podemos hacer más viajes porque cargamos a pocos kilómetros, pero para otros productos les sale mucho más caro porque no se puede garantizar el calado”.
“Se puede observar que el río se encuentra estancado, no hay correntada, por eso insisto en mi reclamo para que se limpie la boca superior del riacho para que haya correntada y haya menos sedimento”.
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