Esta imperiosa necesidad, sin embargo, no siempre ha sido plenamente interpretada desde el poder central, lo que ha hecho que las provincias de la región todavía sigan esperando las obras de dragado, balizamiento y señalización en este olvidado tramo. En las últimas jornadas internacionales en las que se abordó la problemática de esta formidable vía de comunicación del Mercosur, quedó en claro que el desarrollo del norte argentino seguirá demorado en tanto y en cuanto la región no cuente con infraestructuras que la pongan en condiciones de competitividad similares a las del resto del país.
El ahorro de costos que representa el uso de la hidrovía para la mayoría de las actividades comerciales, justifica plenamente las inversiones previstas para lograr una mejor navegabilidad de buques de gran porte, capaces de transportar gran parte de la producción del norte argentino.
Pero la Argentina, lamentablemente, todavía no ha dado muestras concretas de valorar en toda su dimensión los extraordinarios beneficios que puede aportar la navegación fluvial en la Hidrovía Paraná-Paraguay, con buques de bandera nacional.
Así lo ha marcado recientemente el Centro de Patrones Fluviales de Pesca y Cabotaje Marítimo, cuyo titular Juan Carlos Pucci, observó que el país no tiene un rumbo claro dentro del contexto del sector fluvial regional, y señaló que las inversiones previstas para el dragado desde Santa Fe al norte, sólo permitirán que la aprovechen otros países de la región.
Pucci advirtió que el sector al que pertenece no nota que exista una política de conveniencia en cuanto a la navegación fluvial argentina, y explicó que comparado con lo que sucede en los países vecinos, es sumamente costoso ingresar unidades al país y tripularlas.
El dirigente reveló que a la hora de incorporar unidades para la Argentina, queda en evidencia que el armador o dueño del capital opta por radicar sus inversiones en los países que más le conviene. Esta situación ha hecho que en la actualidad por la Hidrovía Paraná-Paraguay se vean muchos más buques con banderas paraguaya y boliviana, que con bandera argentina.
De este modo, la Argentina estaría desapareciendo lentamente del espacio que ocupa el transporte fluvial en la hidrovía, según alerta Pucci, para quien este fenómeno se debe a que el país no tiene una clara política de marina mercante.
El dirigente confía en que se harán las obras necesarias desde Santa Fe al norte, aunque advierte que el proyecto para impulsar la vía no contempla un apoyo decidido al sector hidroviario que se exprese, además, en una política de vías navegables proyectada a largo plazo. Argentina participa en la actualidad con sólo el diez por ciento del flete que se realiza a través de la hidrovía. Según Pucci, de persistir la tendencia descendente en esta participación, en pocos años la totalidad de los fletes quedaría en manos de otros países de la región que, mediante ventajas impositivas, arancelarias y operativas, logran incorporar a su flota todas aquellas embarcaciones que quieran ingresar al tráfico de la hidrovía.
El Centro de Patrones Fluviales de Pesca y Cabotaje Marítimo advirtió, además, que no son pocos los buques que van descargados hacia Asunción y se matriculan en menos de 72 horas, para volver a surcar el Paraná con otra bandera. Esto hace que cerca del 90 por ciento de la carga que se transporta a través de la hidrovía provenga de Brasil, Paraguay y Bolivia.
Deben tomarse medidas para superar las limitaciones que padece el sector fluvial argentino, y a la vez avanzar con las obras imprescindibles en la Hidrovía, asegurando el mantenimiento permanente de los cursos navegables desde y hacia los puertos de nuestra zona. Sólo así será posible poner en práctica el esperado federalismo económico tan necesario para el desarrollo del Chaco y la región. |
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