Dirigentes del Consejo Regional Económico del Norte Santafesino (Corenosa), que a su vez son productores y representantes de las rurales de Reconquista y Tostado, cuestionaron la falta de presencia estatal en apoyo de la producción y la lentitud en resolver obras elementales. Los dardos, que apuntan a toda la acción oficial, se centran en este caso especialmente en el Ministerio de Aguas.
“Se están yendo en amagues y no concretan obras básicas”, se quejaron con argumentos, fechas y números en la mano un grupo de dirigentes del norte contenidos en Corenosa, pero cuyos integrantes son a la vez miembros de diversas instituciones relacionadas con la producción. La representatividad de los entrevistados es incuestionable: Alberto Paduán, vicepresidente de Corenosa; Osmar Batistuta, productor que también integra la Asociación Rural de Reconquista; Felipe Brizuela, actual titular de Corenosa y Alejandro Lahítte, titular de la Rural de Tostado y en conjunto reclaman mayor actividad y presencia en beneficio de la producción en el norte profundo y también conocer, por fin, a un año y medio de gestión, qué piensa el gobierno provincial de los Bajos Submeridionales.
La sequía y la política de aguas fueron los ejes centrales, aunque la gestión completa del gobierno provincial estuvo en el eje de análisis por parte de los dirigentes norteños.
“Desde hace tiempo que estamos buscando hablar con el ministro Ciancio porque entendemos que no tenemos que andar fijando posiciones por todos lados. Eso lo hacemos institucionalmente, confederadamente. Pero en un momento, cuando tenemos ya todos los datos y una posición con propuestas, primero vamos a hablar con quien corresponde, que es el ministro del área.
“Sentimos que se están yendo en amagues y no concretan obras. Le decimos a los funcionarios que las obras que al Estado le cuestan precios faraónicos, nosotros las podemos ir haciendo por muchísimo menos dinero, si es que el problema es el dinero. Si en cambio el problema es conceptual, filosófico, queremos que el gobierno fije una posición sobre Bajos Submeridionales, qué quiere hacer con ellos. Nosotros pertenecemos
a una región en la que hay empresas, sociedades rurales, poblaciones, cámaras de empresarios, centros comerciales. Entonces necesitamos que defina el gobierno cuál es la filosofía para los Bajos
Submeridionales. No sabemos lo que piensa el gobierno y son tres millones de hectáreas...”.
Paduán precisó que en su momento, cuando se reunieron con el gobernador Binner, éste señaló que el gobierno tomará una posición cuando cuente con un informe serio sobre el tema. “A nosotros nos entró a preocupar porque estamos llenos de estudios serios, os pasamos haciendo diagnósticos y lo que necesitamos son obras. Desde el ’83 hasta hoy todos los gobiernos se fueron haciendo eco de lo que había que hacer, que lo determinaron los técnicos, el CFI -que no invirtió poco dinero en estudios en la zona- y hay trabajos muy serios y muy avanzados sobre lo que hay que hacer.
Aguas, en la mira
“Cuando leemos en El Litoral que el ministro Ciancio afirma que los gobiernos anteriores han
desertificado los Bajos -y aclara que no conoce la zona, aunque no se priva de filosofar sobre eso-, nosotros decimos que no puede afirmarse que está mal lo que nunca conoció. Los gobiernos anteriores, empezando por Vernet, Reutemann y Obeid contaron con nuestro acompañamiento crítico y apoyo; fuimos siguiendo lo que hacían. Hoy se cuestionan los canales. Los canales son necesarios cuando hay exceso de agua. Pero también son necesarias las otras obras, para cuando hay sequía: compuertas y reservorios que complementan esa obra de canalización.
Los dirigentes señalaron que en su momento se hicieron nueve compuertas y que fueron robadas en los últimos años y que cuestan dos o tres mil pesos cada una. “El gobierno actual no ha tenido ni los reflejos ni la altura para resolver algo tan sencillo, incluso si en medio sigue pensando qué hacer con todo el sistema en general. Y este es un ejemplo. El dinero está prometido, incluso girado al Ministerio de Aguas, pero en el medio pasaron las pocas lluvias y no se aprovechó ese momento”.
Precisaron que en diciembre el Ministerio de Aguas y autoridades de Los Amores estuvieron reunidos y firmaron un convenio mediante el cual se determinaba que el ministerio dirigía las obras y entregaba
50.000 pesos, para reparar las compuertas dañadas o robadas.
Los fondos no llegaban, el 20 de enero hubo una reunión en Las Gamas -no estaba el ministro sino funcionarios de su cartera- y entonces acompañaron al presidente de la comuna a Los Amores y allí el presidente comunal reclamó 13.000 pesos para iniciar las obras.
“Dijeron que sí, que le mandaban esa cifra y que luego el resto lo iban a enviar con las actualizaciones correspondientes. Eso fue el 20 de enero. El 30 de abril, cuatro meses después casi, se reúnen en el Consejo de Ciencias Económicas de Reconquista, llaman a los presidentes de comuna y le dan todo el tema protocolar y firman de nuevo lo que ya habían firmado en diciembre y quedaron que en un lapso de diez días iban a mandarles los 13.000 pesos. Ese monto y lo que representa la obra es nada para la provincia. Pero en el medio pasaron las lluvias. Entonces nos preocupa esa lentitud.
Obras son amores
En la denominada Línea Paraná, “el gobierno no puso un peso para las compuertas todavía”, afirmaron; en tanto que “como Corenosa hemos autorizado a algunos frentistas a hacer atajos con tierra para retener el agua, y nos hacemos cargo de esa decisión ante la inoperancia oficial. El gobierno no ha hecho, para una
amplia zona, prácticamente nada para la producción, a un año y medio de gestión y con semejante sequía histórica...”, señalaron.
Luego Paduán, Batistuta, Lahítte y Brizuela señalaron que el gobierno centró su accionar en el consumo humano. “Está muy bien, han repartido muchos litros de agua, pero si seguimos así no habrá a quién repartirle agua en Los Bajos, porque por cada 500 vacas que se van o se mueren, hay gente que pierde su trabajo. No hay más gente en los campos, porque no hay más vacas. Por supuesto que tenemos que dar prioridad a la gente, pero no nos podemos olvidar de la producción que es la que fija población, la que da trabajo en una zona donde no abunda.
Brizuela señaló que en la reunión a la que se hace referencia en Las Gamas, se enteró con sorpresa que ya estaba designado desde hacía dos meses el inspector de la obra. En todo este tiempo, han estado cobrando sueldos y la obra nunca se hizo. Las camionetas van y vienen por los Bajos. Y cuando preguntamos, están elevando un informe por las compuertas, a los tres días están recontando los bidones de agua que entregaron, y después van a hacer una auditoría. ¡Muchachos, déjense de pasear, necesitamos laburar. Vengan con todas las camionetas que quieran pero hagamos obras! No podemos esperar seis meses para hacer unas pequeñas compuertas. Tenemos un claro listado de las cosas que hay que hacer”, enfatizó el titular
de Corenosa.
Fuente: El Litoral
|
|
|