Los vecinos de Esquilán, zona lechera y agrícola, tuvieron que enfrentar las inundaciones en 2008; después, pelear contra el botadero de basura que se abrió en medio del barrio, y ahora reclaman por la contaminación de una fábrica de jabón y otra de pegamento que llenan de moscas y hedor el aire. Además, se pretende instalar una planta de tratamiento de aguas servidas que los vecinos rechazan por considerar que será el corolario del desastre ambiental en el que viven.
“Cómo, pues, van a traer aquí esa laguna de aguas sucias. El olor va a ser peor, más insoportable de lo que es con el olor de la grasa del jabón y de los cueros que hacen hervir para hacer cola (pegamento)”, dice Paulina de Bustos, vecina de Esquilán, refiriéndose a la piscina de oxidación o planta de tratamiento de aguas que se pretende construir en la zona como parte del proyecto de alcantarillado de la Mancomunidad Colcapirhua-Tiquipaya (Macoti), el rechazo vecinal se tradujo en un intento de toma de la alcaldía de Colcapirhua y se exigió al municipio romper el convenio.
Según el proyecto, la planta de Macoti estará instalada sobre lo que hasta hace poco funcionó como botadero municipal, una gran extensión de terreno rodeada por ladrilleras y viviendas.
Según los vecinos, varias volquetas de arcilla fueron sacadas del lugar hasta dejar una hondonada para la basura. “Quisimos comprar la arcilla para hacer ladrillo, pero los de Tiquipaya se lo llevaron”, dice uno de ellos.
A pesar de que hace un año, protestas y bloqueo de por medio, lograron cerrar el botadero, la basura sigue ahí y abundan las moscas. Hacia el norte, una fábrica de jabón es dolor de cabeza (y de estómago) de los vecinos, pues despide un olor a grasa que sumado al hedor de los cueros en la fábrica de pegamento a unos 100 metros, hace imposible respirar. Mientras los cueros secan, hieden y hay tal cantidad de moscas que su zumbido se escucha como el ronroneo de un pequeño motor.
Por otra parte, los vecinos, ladrilleros en su mayoría, también contaminan el aire con el humo constante de los hornos que, además, no usan gas sino leña como combustible, lo que significa que las especies forestales de la zona también son depredadas.
El humo, el vertido de desechos de las fábricas, la basura abandonada, la existencia de letrinas y los vahos malolientes completan el cuadro de contaminación de aire, suelo y agua de la zona.
Romper con Macoti
La presión de la protesta de los vecinos contra la construcción de la planta de tratamiento de aguas servidas, realizada ante la Alcaldía de Colcapirhua la semana pasada, logró que el Concejo firme un documento que recoge el pedido de la zona de romper con la Mancomunidad Colcapirhua-Tiquipaya (Macoti).
A pesar de que el concejal Rolando Ojalvo explicó a las más de 300 personas que llegaron protestando y haciendo reventar petardos que el pedido de ruptura del acuerdo podría suponer serios problemas legales para el municipio, los vecinos no cedieron.
José Luis Rocha, dirigente del distrito E, señaló que cuando se decidió la ubicación de la planta no se consultó a los vecinos ni se atendió su ofrecimiento de buscar una zona de consenso conjunto.
El alcalde, William Quevedo, dijo que los reclamos surgieron hace poco, cuando la gente se enteró que se había reactivado el proyecto que estuvo congelado desde 2004 y que se hicieron modificaciones.
MALOS OLORES
• Los vecinos señalan que el mal olor del cuero cociéndose en la fábrica de pegamento se hace insoportable desde las 5:00 mañana y que les quita el apetito a la hora de almuerzo.
• Una anciana que vive cerca de dicha fábrica manifestó signos de debilidad y el médico le dijo que tenía anemia. La mujer señaló que hace tiempo que no come porque el olor la indispone.
• Existen 80 ladrilleros y cada uno tiene unos ocho empleados que viven junto a sus familias junto a los hornos y cerca del antiguo botadero, todavía atestado de basura. Cada familia tiene entre cinco a ocho hijos.
OPINIONES
“Todo lo peor hay que soportar”
Paulina de Bustos, Vecina
“Todo lo peor tenemos que soportar aquí. En época de lluvias se inunda, el agua hasta la altura de las ventanas llega. Después los malos olores también, hay una jabonería que hace heder su grasa y en la fábrica de cola ponen a secar sus cueros, se pudre, verde se hace y se llenan las moscas y cuando hacen hervir es peor, desde las 5 de la mañana es la hediondera y no da ganas de comer al almuerzo”
“No somos bacín de Tiquipaya”
José Luis Rocha, Dirigente vecinal
“No puede ser posible que sin consultar a la gente quieran llevar la planta de aguas servidas al barrio, en medio de las casas, no somos bacín de Tiquipaya.
Dicen que los técnicos han ido a ubicar el lugar y quieren poner donde era el botadero, si eso hemos hecho cerrar, no podemos dejar que nos lleven aguas negras, por eso hemos dicho que Colcapirhua rompa el convenio con Macoti”.
“Tiene que haber criterio legal”
William Quevedo, Alcalde Colcapirhua
“Los vecinos nos exigen romper el convenio con Macoti, pero no entienden las consecuencias que eso puede tener para el municipio, hay procedimientos legales y tiene que haber criterio legal antes de definir abandonar el convenio.
Las protestas han comenzado hace poco, cuando se han enterado que ha habido cambios en el acuerdo, ahora sólo será para alcantarillado, ya no agua”. |
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