Los días 7 y 8 del presente mes, en Brasilia, con magros resultados, se llevó a cabo la segunda cumbre paraguayo-brasileña sobre Itaipú, la quinta de los grupos negociadores en la ronda de tratativas que arrancó en septiembre del año pasado.
La entrevista recorre los hitos más relevantes de la administración de Amorim del servicio exterior brasileño y, entre ellos, incorpora la siguiente pregunta sobre Itaipú: “El acuerdo de Itaipú con Paraguay fue hecho en la época de la dictadura. ¿Es necesario reverlo?”.
Amorim, en su respuesta, además de lo consignado más arriba, apunta que “el hecho de haber sido firmado durante el gobierno militar es una circunstancia”.
No obstante, sobre el futuro añadió cuanto sigue: “Vamos a trabajar de la manera más positiva posible. No es el caso de caer en una liberalidad, pero se debe entender que Itaipú es importante para Brasil, mas para Paraguay, es casi una de las únicas fuentes de ingreso”.
En Itaipú, a pesar de que nuestro país es propietario del 50% de sus energía, alrededor de 45 millones de megavatios hora por año, según fuentes de la propia entidad binacional, por la “venta forzosa” de su excedente, casi 38 millones de megavatios hora, recibe un poco más de US$ 100 millones.
Los otros tres beneficios: royaltíes (una suerte de alquiler que paga la propia binacional), resarcimiento por cargas administrativas y utilidad por capital aportado, que también recibe Brasil, ronda los US$ 300 millones.
Hay otros ingresos que corresponden a las funciones propias de la entidad binacional, necesarias para su supervivencia y correcto funcionamiento, gastos e inversiones que también son hechos, incluso en monto superiores, en la margen brasileña del río Paraná, pero no son ingresos directos del Estado paraguayo.
La tercera cumbre paraguayo-brasileña sobre Itaipú se llevará a cabo en junio próximo, en nuestro país.
El pliego de reclamos que el Gobierno de Fernando Lugo entregó a su par brasileño en agosto pasado incluye seis puntos: 1.- Justo Precio. 2.- Libre disponibilidad del excedente energético paraguayo. 3.- Auditoría de la deuda de Itaipú. 4.- Administración paritaria del ente. 5.- Ingreso de las Contralorías de ambos país en la entidad. 6.- Terminación de las obras pendientes.
Sobre los tres últimos puntos al menos hubo manifestaciones de deseos, incluso un acta en el caso de la paridad, en tanto que los tres primeros entran de lleno en la categoría que Amorim, en la presente entrevista, clasifica como “inviables”.
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