Un grupo de baqueanos monitorearán desde nueve puestos el caudal del río Sarapiquí para alertar a los vecinos de posibles riesgos, como avalanchas.
La labor se realizará desde nueve bases ubicadas en las cercanías del río.
Cada sitio fue equipado con radios por la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), por medio de los cuales los vigilantes informarán del nivel del caudal del río, para advertir a las comunidades que se verían afectadas.
Así lo anunció la presidenta de la CNE, Vanessa Rosales, luego de una reunión con vecinos de la zona y miembros de otras entidades relacionadas con el tema.
La cita de coordinación se realiza cuando caen las primeras lluvias en la zona.
El temor de la CNE es que el material depositado en las laderas del río debido al terremoto del 8 de enero sea lavado por las lluvias, y se originen avalanchas.
Rosales detalló poblados donde habrá radiobases: Varablanca, Cariblanco, Pata de Gallo, Ujarrás, La Isla, La Virgen, Chilamate y San Miguel, de los cantones de Heredia, Alajuela y Sarapiquí.
“Además, se trabaja con la comunidad para identificar los sitios más seguros a los cuales puedan acudir aquellas poblaciones con mayor riesgo, como Chilamate, La Virgen y Puerto Viejo”, señala un comunicado de la CNE.
Como parte de las acciones, el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) y la Universidad de Costa Rica se comprometieron a realizar un estudio sobre el comportamiento de la cuenca.
Análisis. Este estudio analizará el comportamiento del río debido a la sedimentación provocada por el terremoto y, por otro lado, de la cantidad de lluvia que pueda caer en la zona de Sarapiquí.
Este análisis busca determinar cómo pueden comportarse los posibles desbordamientos, y cuáles sectores son más vulnerables.
Además, la CNE se comprometió a apoyar a la población en riesgo mediante acciones preventivas para que puedan organizar y elaborar planes de evacuación en caso necesario, agrega el comunicado.
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