Luego de varios idas y vueltas que casi terminan con la suspensión del proyecto, la Anses, a cargo de Amado Boudou, dio el visto bueno para financiar el proyecto hidroeléctrico Chiuhuido I, en Neuquén, que demandará una inversión estimada en u$s 1000 millones.
El titular de la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC), Elías Sapag –hermano del gobernador de la provincia, Jorge–, confirmó que intentará firmar hoy con el organismo que administra las jubilaciones un acuerdo en el que se comprometa a financiar hasta un 70% de la obra.
“La firma del acuerdo se hará mañana (por ayer) o pasado, ya que se debe hacer antes que llegue la Presidenta el lunes a Chos Malal. Ya está el compromiso”, explicó Sapag según reproduce La Mañana de Neuquén.
Si se concreta, Chiuhuido I generará 478 megawatts (Mw) de electricidad, que equivalen a aproximadamente un 2% de la oferta total del país. Además, permitirá controlar crecidas, garantizar el suministro de agua para consumo humano, de riego y de la industria.
La represa cubrirá una superficie de 17.000 hectáreas y demandará 1.500 empleos durante su construcción. La intención original de Neuquén era que compañías privadas tuvieran una participación importante en el financiamiento de la obra. Pero la llegada de la crisis financiera internacional, desde octubre del año pasado, y el posterior enfriamiento de la economía argentina cercenaron esa alternativa.
Los interesados
La gobernación espera que el 11 de junio se realice la apertura de las ofertas técnicas y un mes después el de las ofertas económicas.
Hasta finales del año pasado, varias uniones transitorias de empresas estaban interesadas en el proyecto. Entre ellas, las conformadas por Iecsa –la constructora de Ángelo Calcaterra–, Pampa Energía, de Marcelo Mindlin, y Camargo Correa; la cordobesa Electroingeniería, la Constructora OAS e Hidrocuyo; la también cordobesa Roggio, Corsan-Coviam, Esuco y la eléctrica norteamericana Duke Energy; Cartellone y la brasileña Odebrecht, y en forma individual Impsa, la compañía de Enrique Pescarmona.
Según Sapag, en junio se conocerá el valor real del proyecto. “El número que la Unidad de Gestión de Chihuido I ha evaluado que el costo de esta obra es del orden de los u$s 1000, después habrá que sumarle el costo del financiamiento y a todo eso el costo impositivo. De allí saldrá un número verdadero. Nosotros hemos tenido que calcular desde nuestro propio manual de costos y desde los números estructurales de la obra. Pero los reales estarán cuando se conozcan las ofertas”, advirtió. |
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