Las lluvias registradas en las últimas horas resultaron insignificantes y no han logrado modificar el cuadro de esta localidad, que padece serios inconvenientes ligados a la escasez de agua.
Por el contrario, la extrema sequía que padece la región agrava día a día el panorama, al punto que hoy el abastecimiento depende de dos nuevos pozos, más el aporte de dos camiones --gestionados por el municipio ante la Provincia-- que trabajan las 24 horas.
El presidente de la Cooperativa de Obras y Servicios Públicos Villa Ventana Limitada, Horacio Mendoza, explicó ayer que la falta de lluvias abundantes ha provocado que las tres perforaciones que hasta hace un tiempo almacenaban una mínima reserva quedaran secas.
Es por eso que sólo funcionan dos nuevos pozos existentes en el pueblo.
Uno de ellos, efectuado por la Municipalidad según indicaciones técnicas de profesionales de la Universidad Nacional del Sur (UNS), está situado en la calle Tacuarita, mientras que el restante, que había generado controversias durante el verano --por la obra en sí y también por la calidad del agua-- se ubica a unos 300 metros aguas abajo de la Toma de los Ingleses.
"El primero de estos pozos genera actualmente alrededor de 5 mil litros de agua por hora. No es gran cosa. Mejor dicho, en buenas épocas significaba muy poco y, hoy, muchísimo", reflexionó.
El segundo, indicó, genera líquido apto para el consumo según lo establecido por la Autoridad del Agua y estudios técnicos de la UNS.
"¿Si las últimas precipitaciones cambiaron algo? No... apenas mojaron la tierra. Todo lo absorbe la napa, que está reseca. Tendría que llover muchísimo y en forma frecuente para que llegue a los pozos", advirtió.
Graficó que los arroyos que bordean Villa Ventana --Las Piedras y Belisario-- se asemejan a "calles de asfalto".
Mendoza dijo que las antiguas tres perforaciones están prácticamente secas.
"Es decir, funcionan a medias. El problema, en definitiva, es la sequía. De a poco la gente lo está entendiendo. Según estudios meteorológicos, en los últimos tres años se perdieron alrededor de 1.500 milímetros. Históricamente nunca ha llovido tan poco", manifestó Mendoza.
Recordó que la zona alta resulta la más afectada y que la población en su totalidad dispone de agua entre las 8 y las 14.
"Luego no hay suministro; es decir, dependemos de las reservas que hayamos hecho en los tanques. No podemos darnos el lujo de dejar funcionando estos pozos durante las 24 horas. El servicio debe restringirse porque desconocemos cuánto líquido hay abajo", sostuvo.
"Creemos que seis horas son relativamente suficientes para llenar los tanques", opinó.
Si bien admitió que muchos pobladores aún siguen quejándose, explicó que otros son conscientes "de que no se puede hacer magia" para obtener agua.
"El comportamiento de la gente es desparejo. Están los que demuestran una total falta de conciencia sobre el uso racional del agua y también los que hacen el esfuerzo de cuidarla", apuntó.
Asimismo, explicó que otros tantos desconocen el tema, ya que si bien son propietarios de viviendas en Villa, provienen de ciudades como Buenos Aires, La Plata, Bahía Blanca o General Roca y, por ende, no están enterados del panorama que se vive en esta localidad.
De todos modos, según dijo, esta situación no generó tantos problemas durante el verano --es decir, en la temporada alta para el turismo--, teniendo en cuenta que las cabañas de alquiler y los complejos similares han tenido reservas suficientes.
Para recordar
Villa Ventana se emplaza en una zona muy alta y, cuando no llueve, se muestra muy afectada.
De hecho, las dos nuevas perforaciones no constituyen la solución al problema de escasez, porque de allí nunca se logrará extraer la cantidad necesaria para lograr ese objetivo.
A decir verdad, dijo Mendoza, ningún pozo ha tenido jamás abundante líquido y menos aún con esta sequía.
Para lograr una solución de fondo se necesitan obras de infraestructura muy importantes, como la construcción de diques que permitan almacenar el agua de lluvia, ya que, hoy por hoy, ésta se escurre rápidamente. Pero no sólo se necesitan diques, sino más pozos.
Cabe recordar que la carencia de obras está estrictamente relacionada con las limitaciones económicas y financieras que tiene la Cooperativa de Obras y Servicios Públicos Villa Ventana Limitada, entidad que no cuenta con ingresos suficientes para afrontar grandes emprendimientos como los que se necesitan.
De hecho, para ejecutar los millonarios trabajos que hacen falta, la única solución es obtener financiamiento estatal.
¿Otra nueva perforación?
Horacio Mendoza dijo estar al tanto de la posibilidad de captar agua a partir de dos nuevas perforaciones: una en cercanías de El Pinar, a aproximadamente cuatro kilómetros de la villa, y la restante en el propio ejido urbano, tal como lo determinan estudios geoeléctricos que fueron encargados a profesionales de la Universidad Nacional del Sur.
"No obstante, la primera de estas opciones es más costosa y llevaría más tiempo", aclaró.
"En noviembre pasado, junto con las autoridades de Tornquist y un equipo técnico, recorrimos toda esa zona, desde El Pinar hasta La Toma de los Ingleses.
"La posibilidad está, es factible, pero la obra no se realizó por cuestiones económicas", recordó.
Si bien se hizo un estudio, dijo que no se sabe cuánta agua hay allí y que, además, habría que construir un acueducto para trasladar el líquido hasta el casco urbano.
La otra alternativa, según manifestó, es más viable y económica, ya que consiste en un pozo situado en pleno centro, cerca de la cañería, y su ejecución podría correr por cuenta de la propia cooperativa o del municipio de Tornquist.
Asamblea
Para el próximo sábado 30 se anuncia una nueva asamblea de la Cooperativa de Obras y Servicios Públicos Villa Ventana Limitada, donde se renovarán autoridades. "Mi cargo no se renueva, pero si ese día alguien me dice que pretende reemplazarme, se lo cedería con todo gusto", manifestó Mendoza. Asimismo, pidió a quienes vayan a participar, que acerquen propuestas y no protestas.
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