Los vecinos del lago Moreno Chico (laguna Morenito) y la laguna de Ezquerra, en las proximidades de San Carlos de Bariloche, vienen denunciando una situación que puede poner en riesgo el ecosistema y el paisaje local: se ha presentado un proyecto para construir un complejo hotelero sobre las costas de los espejos de agua mencionados que excede los lineamientos de impacto ambiental y pone en riesgo la vista majestuosa del paisaje del lago Moreno y el Nahuel Huapi desde el Punto Panorámico del Circuito Chico. Se trata del paisaje más emblemático de la provincia de Río Negro.
No constituye un dato menor que el agua de la laguna Morenito aún sea potable y que muchos vecinos la beban sin necesidad de un tratamiento previo, situación que no se repite ni en las aguas del lago Moreno ni en las zonas urbanas del lago Nahuel Huapi.
Según surge del expediente en trámite municipal, se ha solicitado al Departamento Provincial de Aguas un permiso para la extracción de 80 metros cúbicos por día de ese pequeño espejo de agua, cuyas dimensiones resultan insuficientes para abastecer una demanda hídrica de casi 29.000 metros cúbicos anuales y para absorber el procesamiento de efluentes que generaría el proyecto.
Las aguas de la laguna de Ezquerra (contigua a la Morenito), si bien turbias por la gran cantidad de juncos que allí crecen, no se encuentran contaminadas y albergan especies autóctonas, algunas de ellas en vías de extinción. Aunque esta laguna constituye un delicado microsistema separado durante los meses de sequía, en temporadas de lluvias se desborda formando un único espejo de agua potable con la laguna Morenito.
En la actualidad, el ecosistema de agua potable se mantiene gracias a que la mayoría de las residencias son de uso temporario y familiar. Un estudio de sensibilidad del ambiente receptor indica que, ante la inexistencia de colectores cloacales, "cualquier poción de vertido de efluentes tratados afectará las unidades de la configuración hidrológica".
El proyecto contempla construir un complejo adicional en el istmo entre las dos bahías al norte de la laguna. De realizarse, modificaría un mallín inundable e importante refugio de fauna autóctona. La laguna también es rica en peces de varias especies.
Un proyecto como el que se encuentra bajo análisis no puede ser evaluado sin tener en cuenta que Bariloche vive del turismo y que esa actividad económica se sustenta en el inusual atractivo de sus paisajes.
Si bien es cierto que a menudo las crisis económicas ejercen presión sobre los funcionarios, es preciso evaluar las propuestas con detenimiento a fin de determinar el impacto económico, social y ambiental que tendrán sobre nuestra comunidad. Bariloche tiene la experiencia de haber sufrido muchos males como consecuencia de la ausencia de una planificación adecuada, por lo que resulta indispensable no volver a lamentar deterioros similares en uno de los lugares más bellos de la Argentina. Proteger la principal fuente de ingresos de una ciudad implica a menudo la necesidad de limitar actividades o emprendimientos que puedan alterar paisajes que conforman el patrimonio turístico.
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