-¿En qué consiste el saqueo minero que usted denuncia?
-Son las provincias las que actualmente son propietarias de las riquezas del subsuelo, de las riquezas minerales, consecuencia de la reforma constitucional del año 1994 que tuvo el voto favorable del matrimonio Kirchner. Esta es una política de devastación de recursos estratégicos que no son renovables. Devastación porque son riquezas que se van para siempre de la Argentina, y gozan de algo insólito que no tiene ninguna otra rama del empresariado: las divisas de las rentas mineras, de las exportaciones mineras, no ingresan en el país.
Cuando las mineras exportan, no le producen una riqueza a la Argentina. En cambio, si usted exporta una caja de vino o un automóvil, se factura y hay divisas que ingresan al Banco Central. En cambio, con la actividad minera, hay vaciamiento puro. Es el mismo sistema al que se utilizó en Potosí en el siglo XVI: sigue existiendo un colonialismo, adornado de modernidad y mucha publicidad, que nos quiere hacer cree que nos deja riqueza. Lo que extraen las mineras de la Argentina es 15 veces más de lo que invierten.
¿Este modelo, avalado por los kirchner, se diferencia en algo respecto al que existió en la década pasada?
En nada. Es la misma política, y profundizada. El que piloteó la reforma minera con Menem, fue José Luis Gioja (gobernador de San Juan), que fue miembro de la Comisión de Minería en la Cámara de Diputados en los años 90, mientras que Angel Mazza era el secretario de Minería. Son dos hombres de la Barrick Gold. Los dos mayores emprendimientos minero que hoy tienen la Argentina están en la cordillera sanjuanina: Veladero y Pascua Lama. Este último se encuentra una parte en territorio argentino, y otro en el chileno. Es una barbaridad. Inventaron un territorio exclusivo para la mineras, algo que es un caso único en el mundo.
Argentina y Chile firmaron un convenio en el que le ceden a las corporaciones una franja de entre 70 y 100 kilómetros de ancho. Allí se instalan las mineras con todas las prerrogativas de una nación independiente: tiene sus propios aeropuertos, y no se puede atravesar los caminos sin la autorización de las mineras. Y, como esta empresa saben que dentro de 20 años se va a ir, no respeta ninguna de las condiciones de respeto al medio ambiente.
Los informes de impacto ambiental son hechos por los gobiernos provinciales, que son socios de las mineras. Nos van a dejar una contaminación ambiental por siglos.
¿De qué forma contaminan?
Lo más contaminantes no son sólo las explosiones y las nubes de polvo mineralizado, sino que también se tritura la roca y se consume una monumental energía por día, equivalente a los que se usa en toda la ciudad de San Juan. Esa roca la lavan consumiendo de 80 a 100 millones de agua al día, mezclada con cianuro y sustancias tóxicas. Esto se hace en las alturas, donde nacen las cuencas hídricas. Hay filtraciones y contaminación donde se forman los ríos. El agua que toman las poblaciones aledañas llevan una carga excesiva de minerales y metales que, a la larga, hacen que los individuos terminen enfermos y envenenados.
¿Este modelo se repite en otras provincias?
Este modelo es nacional. Pero hay siete provincia (San luis, Mendoza, Córdoba, Tucumán, Neuquén, Chubut y Rionegro) que se pusieron de pie, y la presión de las poblaciones hizo que las legislaturas prohibieran este tipo de mega-minería, que es a cielo abierto y con uso de cianuro.
¿Y se relaciona esta situación con el veto a la ley de protección de glaciares?
Por supuesto. El gigantesco lobby que es la Barrick Gold, que es la primera empresa aurífera del mundo, está ligado al contrabando de armas y a la familia Bush. El hombre de la Barrick Gold en la Argentina es José Luis Gioja. Cómo será el entramado del lobby de esta empresa, que fue la que financió la reforma minera de los años ‘90.
Hoy Gioja es gobernador de San Juan, uno de sus hermanos es presidente de la Comisión de Minería del Senado y el otro es titular de la comisión de Diputados. Y el secretario de Minería de la Nación es Jorge Mayoral, que sanjuanino y delfín de Gioja. Fue este lobby el que empujó el veto a la ley de Protección Glaciares. Y como si fuera poco la presidenta recibió, hace 10 días, al presidente de la Barrick Gold Internaconal, junto con Gioja.
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