Al menos cuatro pozos de control de las aguas subterráneas en la zona de South Miami-Dade presentaron la concentración de sal más alta de su historia.
Las áreas pantanosas de conservación de agua en los límites del oeste de los condados Miami-Dade, Broward y Palm Beach se han secado. El Lago Okeechobee ha bajado tanto que los administradores de acueductos no pueden utilizarlo para reponer las reservas costeras de agua potable.
Los administradores de acueductos, enfrentados a una creciente escasez de agua luego de los seis meses más secos de que se tenga noticia, aprobaron ayer restricciones de emergencia para los granjeros que usan mucha agua del lago, recortando sus raciones a casi la mitad.
Pero ante los pronósticos de que aumentarán las tormentas este fin de semana, el Distrito de Acueductos del Sur de la Florida no ordenó nuevas restricciones para los suburbios. La junta directiva del distrito mantuvo en pie las restricciones existentes de rociar el césped dos veces a la semana y en esencia cruzó los dedos con la esperanza de que la estación de las lluvias acabe de empezar.
''Necesitamos mucho esta lluvia, y necesitamos que empiece a llover de una vez, y que siga'', dijo Susan Sylvester, directora de operaciones del distrito.
No obstante, incluso si llegaran las lluvias, ella hizo énfasis en que tendrán que superar con mucho el promedio de 36 pulgadas para compensar la histórica escasez de esta temporada seca.
El distrito pronostica que el Lago Okeechobee, cuyo nivel era ayer de 10.63 pies por encima del nivel del mar, sólo tiene una oportunidad del 50 por ciento de subir a un nivel en que se pueda eliminar las restricciones del uso del agua el año próximo. El nivel de las aguas subterráneas en la mayor parte del distrito, que abarca 16 condados y se extiende desde Orlando hasta Cayo Hueso, se encuentra también en puntos bajos históricos o cerca de los mismos --con South Miami-Dade a la cabeza.
La semana pasada, el distrito emitió una orden de emergencia para South Miami-Dade a partir del lado sur de la SW 216 Street y los Cayos de la Florida para que regresen a rociar el césped una vez por semana.
Las circunstancias no han mejorado desde entonces.
Peter Kwiatkowski, director de recursos hidráulicos del distrito, dijo que la reserva de agua dulce de los pozos ha disminuido a un cuarto de lo que debería ser, aumentando significativamente los riesgos para las ciénagas y pozos de los Everglades, que sirven a decenas de miles de residentes. Si el agua salobre que se filtra de la Bahía de Biscayne contaminara esos pozos, podría demorar años para revertir el impacto o incluso requerir de compañías de servicios que lleven a cabo costosos tratamientos de desalinización.
''Eso nos preocupa mucho'', dijo Kwiatkowski.
Mike Collins, de Islamorada, miembro de la junta, afirmó que algunos de los pozos de control que rodean los pozos de agua potable destinada al consumo de ese cayo de la Florida mostraron la semana pasada concentraciones de sal 30 veces más altas de lo normal.
La junta directiva asestó el golpe más duro a la industria agrícola, limitando en un 45 por ciento el uso de los granjeros que usan el agua del Lago Okeechobee. Asimismo, ellos limitaron la cantidad que Lake Worth puede extraer de los pozos costeros que han mostrado niveles de salinidad en ascenso. Lake Worth, conjuntamente con Dania Beach y Hallandale Beach, llevan años con regadío una vez a la semana debido a las preocupaciones sobre la filtración de sal.
La junta pospuso una decisión que dio una idea sobre las guerras regionales por el agua que podrían estallar si las lluvias no llegaran, o si no llegaran en suficiente cantidad, durante el verano.
Los ambientalistas urgieron al distrito a autorizar ''riegos intermitentes'' del Lago Okeechobee al Río Caloosahatchee, uno de los estuarios más ricos del estado, diciendo que los niveles de salinidad podrían matar plantas acuáticas de esencial importancia en cuestión de días --una preocupación que comparten los científicos del distrito.
Charles Dauray, miembro de la junta, de la zona suroeste de la Florida, urgió a que se aprobara la medida, alegando que esa pequeña cantidad de agua --alrededor de un tercio de pulgada en el lago-- podría afectar enormemente la economía local.
Pero Collins respondió que se necesitaría el agua en otros lugares si persiste la sequía, incluyendo los pozos amenazados que suministran agua a Florida City, Homestead y los Cayos.
''Yo entiendo que ustedes están preocupados sobre los estuarios'', dijo. ``A mí me preocupa que la gente de los Cayos tenga alguna agua. Esos pozos están en un punto crítico''.
La junta decidió posponer la decisión de enviar más agua al río, dando unos días más a la directora ejecutiva Carol Ann Wehle para ver si la lluvia llega antes de que sea necesario hacerlo.
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