El número de brasileños afectados por las lluvias que azotan 13 estados de las regiones norte y noreste del país sudamericano aumentó ayer a 1,15 millones, según un balance oficial sobre las consecuencias de las tormentas que, en las últimas semanas, dejaron por lo menos 40 víctimas fatales.
Según la Secretaría Nacional de Defensa Civil (SEDEC), las lluvias e inundaciones afectaron hasta ahora a 357 ciudades y obligaron a 286.074 personas a abandonar sus viviendas.
El gobierno del presidente Luiz Inacio Lula da Silva anunció que ya empezó a enviar ayuda a las regiones afectadas, que recibieron 132.150 canastas básicas de alimentos además de 1,4 millones de ítenes como sábanas, colchones y filtros a las poblaciones castigadas por la tormenta. Las lluvias incesantes causaron desesperación entre los habitantes del usualmente árido Noreste brasileño.
El alcalde de la ciudad de Marajá do Sena, en el estado de Maranhao, llegó a anunciar un plan de cambiar de lugar a la mitad del municipio de 6.790 habitantes y construir en otro sitio los cientos de viviendas destruidos por las inundaciones, que desalojaron a 3.454 personas, más de la mitad de la población de la ciudad.
«Han elegido mal el lugar donde se construyó la ciudad: es un valle que constantemente es inundado. La solución es cambiar el centro administrativo y las casas a un lugar más arriba, a tres kilómetros de acá», expresó el alcalde Manoel Oliveira da Costa, quien estimó en unos cinco millones de dólares el monto necesario para concretar su proyecto.
Problema
Por primera vez se desbordó una represa en el estado de Piauí, mientras tres ciudades en el usualmente seco estado de Pernambuco se inundaron ayer. Las lluvias abarcan 10 de los 26 estados brasileños, en una amplia extensión de territorio que va desde el bosque húmedo de la Amazonia hasta los estados típicamente secos de la costa.
La Defensa Civil del estado de Piauí informó que la represa Algodoes I se desbordó cuando las lluvias provocaron una acumulación de agua que superó su capacidad de almacenamiento, calculada en 52.000 millones de litros.
Un comunicado de ese organismo indicó que más de 100 familias de ciudades aledañas a la barrera, en el interior del estado, debieron ser retiradas de sus casas, que se vieron inundadas, en momentos que la barrera enfrenta peligro de rompimiento.
Las persistentes lluvias dejaron inutilizada una carretera vecinal en la zona, al provocar un rompimiento de cerca de un kilómetro.
Más al Sur, en el agreste interior del estado de Pernambuco, las ciudades de Caruaru, Sao Caitano y Belo Jardim se vieron inundadas por primera vez desde el inicio de la actual temporada de lluvias, según la Defensa Civil de ese estado.
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