Hoy, después de 10 años del choque de dos barcos y el derrame de 5.300.000 litros de petróleo en las costas de Magdalena, los habitantes de esta ciudad, ubicada 120 kilómetros al sur de la Capital, deberán decidir, a través de un plebiscito, si aceptan los 9,5 millones de dólares que ofrece la petrolera Shell, acusada por el municipio de ser la responsable del derrame. O si están a favor de continuar el juicio que desde diciembre de 2007 espera en el juzgado federal civil N°3 de la Capital, a cargo de Roberto Torti, donde también se tramitan las demandas de unos 500 vecinos que reclaman por daños a la salud, el ambiente y la economía.
La suma ofrecida representa un 40% más del presupuesto anual del municipio de $ 22.000.000.
Expertos consultados por Clarín aseguran que el derrame ocurrido el 15 de enero de 1999 es "el peor desastre de su tipo en aguas dulces del mundo". Y un informe elaborado por la ONG ambiental Ala Plástica, asegura que "la alteración del ecosistema costero no pudo ser revertido en diez años y el daño aún existe".
La Municipalidad demandó a Shell para que repare el ambiente y realice un manejo adecuado de los residuos peligrosos. Pero la mitad de esa década la Justicia se ocupó de discutir qué tribunal debía atender el caso.
Hoy, la gente tiene que convalidar, o no, el acta extrajudicial que el intendente Fernando Carballo (PJ) firmó con Shell. El plebiscito es no vinculante. El intendente asegura que el convenio quedará convalidado "si la mitad más uno de los votantes opta por el sí".
Ese acuerdo, al que accedió Clarín, dice que "la transacción se lleva a cabo al mero efecto conciliatorio y no implica el reconocimiento de responsabilidad alguna en los hechos".