La bajante del río Paraná que se registra desde hace casi 16 meses, no se revierte. Ayer, frente al Puerto Nuevo, la altura fue de 1,29 metros, más de tres metros por debajo del caudal habitual para esta temporada del año.
Los pronósticos no son para nada alentadores. Según el Instituto Nacional del Agua (INA), para el 22 de mayo podría ser de 1,01 metros.
Por esta situación, la navegación por su cauce resulta muy complicada. En ese sentido, ya se produjeron diversos inconvenientes en puertos con movimiento comercial (como Corrientes o Resistencia) o hasta en el servicio de lanchas que une a Goya (Corrientes) y Reconquista (Santa Fe).
En el ámbito local, Prefectura Naval recomendó a los navegantes tomar recaudos, ya que se forman bancos de arena que pueden dañar las embarcaciones.
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