LA RECIENTE visita de la ministra de infraestructura provincial, Cristina Alvarez Rodríguez, sirvió para conocer algunas de las alternativas que desde el gobierno bonaerense se consideran para dar una solución inmediata al problema del suministro de agua a nuestra ciudad, teniendo en cuenta la preocupante baja de la cota del embalse del complejo hídrico de Paso de las Piedras, como consecuencia de la sequía que viene sufriendo nuestra región.
EN TAL sentido, la funcionaria, quien llegó acompañada por altas autoridades de la empresa responsables del manejo del agua, detalló dos intervenciones concretas: por un lado, para atender la urgencia, la realización de al menos 25 pozos en busca de agua subterránea, a unos 400 metros de profundidad, siguiendo la traza del actual acueducto que viene de Paso de las Piedras, para mejorar el aporte de líquido.
POR OTRO, estimó que, a largo plazo, la solución definitiva para la demanda de Bahía Blanca se encuentra en el río Colorado, retomando entonces la senda de este tan histórico como postergado proyecto que planteara en 1910 el mismísimo perito Francisco Moreno, al visitar Bahía Blanca y señalar que esa obra "importaría el desideratum para la riqueza regional", sugiriendo que era mejor solución que "la canalización del Napostá o el manejo de las aguas de la cuenca de las Sierras".
SERIA importante considerar, entonces, en esta búsqueda de "fuentes alternativas", la existencia en nuestra ciudad de más de 60 pozos surgentes hoy en desuso, a pesar de su generoso caudal y su posibilidad casi inmediata de utilización; ello, sin mencionar la excelencia de sus aguas, comprobadas inclusive desde el punto de vista comercial.
LOS SURGENTES forman parte de uno de los descubrimientos más trascendentes de nuestra historia, al punto de que, al realizarse el primero de ellos en 1916, en el Parque de Mayo, se aseguró que con ellos estaba solucionada la provisión de agua, tanto para el consumo como para las industrias. "El más grande de los problemas de Bahía Blanca, desde que el coronel Estomba la fundara, ha quedado resuelto de forma estable y definitiva", señaló entonces este diario.
TALES perforaciones penetran un promedio de 700 metros en la tierra hasta llegar a una gran napa de agua que, según estudios realizados por la Universidad Nacional del Sur, tiene unos 400 metros de espesor, abarcando una superficie que equivale a la mitad del partido de Bahía Blanca, lo cual la convierte en una fuente inagotable.
RECURRIR a los surgentes supone, además, ser coherentes y racionales con una inversión realizada en distintas etapas del siglo pasado, que implicó un gran esfuerzo económico y material, con el trabajo a veces a destajo de semanas y semanas hasta llegar a la surgencia. E incluso con la construcción de obras adicionales, como piletones y tanques de almacenamiento, teniendo en cuenta que el agua fluye a una temperatura de 58º C.
LA MINISTRA señaló que cada pozo a construir en la ruta 51 requerirá una inversión de un millón de pesos. Sin duda, con esos valores, considerar de manera seria la reutilización de los surgentes aparece como una medida razonable. Para ello, deberían ser resueltas algunas cuestiones relacionadas con su jurisdicción y manejo. Las perforaciones existen, su caudal se conoce, la calidad del agua está garantizada. Pareciera que no pueden ignorarse semejante ventajas.
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