Una misión diplomática de Chile llegará hoy a la Sede de Gobierno para una reunión bilateral, la misma que hará una evaluación sobre los avances de la negociación que llevan adelante los dos países con la finalidad de buscar una solución al diferendo en torno a las aguas del Silala.
El anuncio lo hizo ayer el canciller de la República, David Choquehuanca quien añadió que se está trabajando en busca de alcanzar un acuerdo inicial con relación a este tema, añadiendo que durante siglos se debatió este tema y que el Gobierno boliviano ha decidido encarar de una vez. “Este lunes hay una reunión de esta comisión y ojalá que podamos afinar más este documento para poner en consideración de las autoridades”, sostuvo.
“Hemos tenido grandes avances en esta relación con Chile, especialmente en la construcción de la confianza mutua, en esto de hacer ejercicios en las fronteras, controles integrados de frontera, control de aduana y otros que han tenido resultados positivos”, manifestó
Asimismo anunció que la reunión será presidida por el vicecanciller de Bolivia, Hugo Fernández, y según el jefe de la diplomacia boliviana se espera avanzar en el acuerdo inicial.
Durante un informe presentado por Choquehuanca al Congreso boliviano, en el mes de febrero, reveló que la agenda bilateral entre Bolivia y Chile tiene algunos avances, en especial en el caso de las aguas del Silala.
UNa ESTAFA
Sin embargo, los investigadores Luis Antezana Ergueta, Milton A. Lérida, junto al historiador Tito Ibsen, coincidieron en que los preacuerdos alcanzados entre Bolivia y Chile sobre el pago por el uso de las aguas del Silala son una estafa, porque en su criterio lo correcto es que se pague por la totalidad del recurso y además que sea con carácter retroactivo.
A principios de abril, el vicecanciller, Hugo Fernández, y su homólogo chileno, Alberto Van Klaveren, anunciaron en Santiago el acuerdo que sería firmado en el transcurso del mes, luego de que el documento sea sometido a consultas finales. Según se conoció, el pago que hará Chile a Bolivia tendrá un valor variable, en función al empleo que se dé al mismo y el provecho que se saque y que no será retroactivo. Ese pago se haría a partir de la firma del acuerdo y hasta que terminen los estudios que precisen si el Silala es un río o vertiente.
Para el investigador Luis Antezana, se prevé, por las informaciones que hay al respecto, que Chile pagará a Bolivia por el uso del 50 por ciento de las aguas, lo que equivaldría a 15 mil dólares por día, algo que considera sumamente injusto, porque este monto no guarda relación con la realidad. “Es más, es absolutamente detestable que se hubiese dejado al olvido el hecho de que Chile aprovechó los cien años anteriores de las aguas del manantial del Silala, sin haber pagado un solo centavo”, aseveró.
Según Antezana, la empresa que utiliza esta agua comercializa el recurso y gana por día más de 126 mil dólares. “Chile debería pagar a Bolivia no sólo por una pequeña parte, sino por el total de las aguas que recibe o sea 126 mil dólares al día. Con esa conclusión estaríamos perdiendo casi 111 mil dólares diariamente que al año se hace mucho mayor, mientras el pueblo boliviano vive en la miseria casi absoluta”, expresó.
Por su observación, el experto constata que la negociación carece de transparencia y que “no está bien encaminada y que existe mucha ingenuidad”, porque la negociación por este recurso debería hacerse por el cien por ciento de las aguas que Chile recibe de Bolivia y sobre una apreciación subjetiva.
En tanto, el investigador Milton A. Lérida, califica como incomprensible que los gobernantes hayan llevado la duda sobre el origen de las aguas del Silala, sabiendo y conociendo que fueron las autoridades de Chile y el representante de la Compañía The Antofagasta and Bolivia Railway Company Limited, quienes solicitaron una concesión de las vertientes del Silala.
“Las aguas del Silala son bolivianas, nacen en territorio boliviano, sin embargo, todos los gobiernos, incluido el actual, se engatusaron y engañaron éllos mismos; por eso aceptan comisiones de estudio para determinar si las vertientes del Silala constituyen un río internacional”, dijo a tiempo de recordar que en 1906, los ingleses y los chilenos conocían y sabían que las aguas estaban bajo soberanía de Bolivia y que por eso solicitaron la concesión en ese entonces. |
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