Un estudio de campo detectó más de 500 kilómetros cuadrados de afloramientos de formaciones areniscas esparcidos en Apóstoles, Concepción de la Sierra, Santa María, Itacaruaré y el sur de San Javier. Este tipo de roca permite que el agua se filtre a las napas inferiores. Hasta ahora solamente se tenía registro de formaciones de este tipo en San Ignacio en un área mucho más pequeña a la revelada por el trabajo.
El geólogo Roberto Longarzo, técnico a cargo de la investigación, explicó que la presencia de areniscas revela que la zona identificada es propicia para el desarrollo de reservorios de agua subterránea, pero aclaró que todavía no tiene elementos para afirmar que las formaciones detectadas estén integrada al Acuífero Guaraní.
En estudio, denominado “Formaciones de Areniscas del Centro-Sur de la Provincia de Misiones”, fue realizado por requerimiento del Ministerio de Ecología de la Provincia y financiado por el CFI.
Durante la presentación del trabajo, realizada ayer en el Salón de Usos Múltiples de la entidad crediticia, Longarzo detalló que el estudio permitió construir un mapa que define los sectores donde afloran las areniscas y para ello se realizó un inventario de captaciones de agua subterránea y de las posibles fuentes de contaminación. Estos trabajos formaron parte del estudio hidrogeológico e hidroquímico, con la pretensión de elaborar un diagnóstico que constituya una plataforma para la orientación de emprendimientos posteriores que involucren el uso racional y sustentable del recurso subterráneo.
De existir esta relación se dispararía un abanico de posibilidades y de exigencias en lo que hace al uso sostenido del recurso. Longarzo se refirió a la necesidad de resguardar superficialmente la zona de recarga de la eventual contaminación del recurso mediante una normativa que regule el uso del suelo.
Los afloramientos reconocidos en el estudio de los años 2006-2007 fueron mapeados someramente en el entorno del alcance de aquel estudio, sin embargo, se visualizó que se extendían y podían reiterarse en sitios no alcanzados por las transectas establecidas y relevadas en esa oportunidad.
El estudio plantea la necesidad de establecer cuáles son las vinculaciones de estas areniscas con el Sistema Acuífero Guaraní (SAG) que, en caso de relacionarse, permitirán ampliar la zona de recarga, limitada hasta la fecha a la porción occidental sobre una parte de la margen izquierda del Río Paraná, aflorando por secciones en las localidades de Santa Ana, San Ignacio y Gobernador Roca.
De existir esta relación se dispararía un abanico de posibilidades y de exigencias en lo que hace al uso sostenido del recurso. En este sentido el Lic. Longarzo se refirió a la necesidad de resguardar superficialmente la zona de recarga de la eventual contaminación del recurso mediante una normativa para la regulación del uso del suelo que en su mayoría se encuentra vinculado al uso agropecuario y forestal.
El estudio permitió construir un mapa que define los sectores donde afloran las areniscas y para ello se realizó un inventario de captaciones de agua subterránea y de las posibles fuentes de contaminación. Estos trabajos formaron parte del estudio hidrogeológico e hidroquímico, con la pretensión de elaborar un diagnóstico que constituya una plataforma para la orientación de emprendimientos posteriores que involucren el uso racional y sustentable del recurso subterráneo. |
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