Con compromisos mutuos se selló hoy el apoyo de altos dirigentes del Partido Ecologista (PE) a la opción presidencial de Marco Enríquez-Ominami.
Los vicepresidentes de la colectividad, Sara Larraín y Manuel Baquedano, anunciaron esta mañana que se incorporarán a la campaña del diputado PS con el objetivo de "contribuir en el ámbito programático" y que a principios de junio el partido proclamará a Enríquez como su abanderado a La Moneda.
En paralelo, el díscolo presidenciable se comprometió a incorporar en su programa las principales demandas del sector ecologista, especialmente aquellas relacionados con los recursos hídricos y la lucha del PE contra las megacentrales de HidroAysén.
"Esta candidatura suscribe grandes sueños del Partido Ecologista, desde el maltrato animal, pasando por la nacionalización del agua", explicó Enríquez-Ominami.
A renglón seguido, y profundizando su arremetida contra el abanderado oficialista, el diputado socialista emplazó a Eduardo Frei y Sebastián Piñera a definir posturas sobre materias ambientales.
"Yo invito a que el senador DC (Frei) y el candidato de la derecha (Piñera) nos digan sí o no, porque lo que no puede ocurrir es que en esta campaña electoral permanentemente esquives las controversias. Están a favor de mantener el código de agua del '81 o de cambiarlo, están a favor de nacionalizar el agua sí o no, están a favor de HidroAysén sí o no, esa es la pregunta, todo lo demás será un cantinfleo innecesario", sostuvo.
DESCARTA ATAJO
Por su parte, los ecologistas ofrecieron además todo su know how en la tarea de recolección de firmas, ya que cuentan con la experiencia de haber levantado las candidaturas presidenciales de Manfred Max-Neef en 1993 y la propia Sara Larraín en 1999, además de tener cinco mil militantes inscritos.
Enríquez, que necesita recolectar 36 mil firmas para inscribir su candidatura y hasta el momento tiene alrededor de 5 mil, descartó que el apoyo de los ecologistas constituya un "pacto instrumental" o un "atajo" para facilitar el tema de las firmas, sino que a su juicio responde a un "contrato de ideas".
"Vemos en su candidatura la posibilidad que Chile vuelva a retomar una agenda progresista y eso significa enfrentar los desafíos de equidad social que no han sido resueltos durante los gobiernos de la Concertación", dijo Sara Larraín
|
|
|