“Conmemorar un nuevo aniversario de la independencia nacional es una buena ocasión para reiterar nuestra vocación integradora, así como la legitimidad de los reclamos en las negociaciones con el Brasil”, manifestó Lara Castro.
Recordó que la soberanía energética fue una de las principales consignas levantadas por este gobierno desde los orígenes de la campaña electoral (del presidente Fernando Lugo) y la indelegable responsabilidad política desde el poder.
“Los negociadores paraguayos consideramos que una interpretación del tratado (de Itaipú) firmado en 1973, enclaves neocoloniales de los poderosos grupos económicos brasileños que se benefician del consumo de la energía que legítimamente le corresponde al Paraguay, no es aceptable ni corresponde al liderazgo progresista de los gobiernos regionales de América Latina y menos al espíritu de la integración de los pueblos”, expresó.
Nuestro país reclama al Brasil desde el 29 de setiembre de 2008 seis puntos: 1. Libre disponibilidad de la energía que el Paraguay no consume, para su venta a otros mercados que ofrezcan mejores precios; 2. precio justo por la energía paraguaya cedida al Brasil; 3. revisión del saldo del pasivo de Itaipú a la luz del tratado y mejores condiciones financieras del pasivo restante; 4. cogestión plena en la administración del ente; 5. fiscalización conjunta de Itaipú Binacional por parte de la Contraloría General de la República del Paraguay y el Tribunal de Cuentas del vecino país; 6. terminación de las obras no ejecutadas, la subestación seccionadora eléctrica de margen paraguaya.
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