“Muy satisfecho”, se declaró el director de la Dirección Nacional de Aguas, Rodrigo Weisner, por el resultado de la última reunión que los equipos de las cancillerías chilena y boliviana sostuvie-
ron para fijar los términos del tratado hídrico que regirá el uso de las aguas del río Silala, que nace en territorio boliviano y alimenta a tres cuidades de nuestro país.
Si bien Weisner declinó entregar detalles del avance de las conversaciones, trascendió que los equipos de trabajo concluyeron la redacción del documento, el cual está listo para la firma por parte de los presidentes de ambos países.
La negociación del acuerdo fue compleja y uno de los puntos clave que contempla es la fórmula bajo la cual Codelco y el grupo Luksic, a través del Ferrocarril Antofagasta-Bolivia (FCAB)
-los únicos usuarios de estos recursos- pagarán a la nación altiplánica por el uso del agua que obtienen del Silala.
Se determinó que los usuarios actuales
mantendrán sus derechos de aprovechamiento y sólo pagarán -un precio de mercado-por la mitad que le corresponderá a Bolivia, país que licitará su porcentaje, aunque tanto el grupo Luksic como la minera estatal tendrán una opción preferente en este proceso.
Opción para la minería
Conocedores del proceso entre ambas naciones, señalaron que zanjado el tema del Silala, se abren las puertas para que Bolivia avance en la licitación de otros recursos de agua, fundamentalmente acuíferos subterráneos ubicados cerca de la frontera.
En ese sentido muchos actores mineros -no sólo Codelco, que ha estado explorando en la zona limítrofe- verían con interés esta opción, pues contar con agua a precio de mercado cerca de sus faenas representaría un costo menor frente a soluciones más complejas como la desalinización y bombeo de agua de mar, en medio de la escasez de este recurso que existe en el norte de Chile. |
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