La bajante del río Paraná frente a la costa de Rosario, donde hoy el nivel era de apenas un metro, comenzó a afectar la provisión de agua en esta ciudad, la más poblada de la Provincia. La pronunciada disminución del caudal del Paraná estaba generando inconvenientes en la bomba principal de la empresa Aguas Santafesinas (ASSA), informaron fuentes oficiales.
El gerente de relaciones institucionales de ASSA, Guillermo Lanfranco, aseguró a DyN que "la provisión de agua no afecta a los barrios periféricos, no obstante está produciendo una carencia en las zonas más alejadas de las plantas de bombeo de la empresa y ha provocado una merma de entre un 10 por ciento y un 15 por ciento en la provisión del servicio".
El directivo señaló que "se trabaja con 15 bombas, de las cuales ocho son las históricas y otras siete suplementarias, instaladas en el río".
"Actualmente se están tomando 23 mil metros cúbicos por hora cuando tendría que registrase unos 27 mil", lamentó, a pesar de lo cual, dijo, "la situación se atenúa bastante porque estamos en otoño", ya que si las temperaturas fueran más elevadas también se consumiría más agua.
Un grupo de vecinos de la zona sur de Rosario realizó ayer una protesta por la escasa presión de agua que estaban padeciendo y retuvieron un móvil de ASSA y a un operario, que había asistido para buscar una solución al problema.
Finalmente, el incidente quedó superado cuando la empresa se comprometió a aumentar la cantidad de cubas de agua que lleva a la zona de siete a 15 por día.
Esos recipientes llevan cada uno entre 5.000 y 7.000 metros cúbicos de agua y mejoran el abastecimiento.
Por otra parte, la bajante causaba preocupación en las 22 terminales portuarias ubicadas a la vera del río Paraná, entre las ciudades de Villa Constitución y Timbúes.
Si bien el río aún estaba apto para la navegación, numerosos buques cerealeros de gran porte no habían podido completar la carga por temor a una varadura, por lo que debían completarla en otros puertos.