Frente a las costas nicoleñas el nivel del Paraná ya llegó a la peor bajante del año y es la más baja desde 1989. La marca más baja se registró el lunes 18 de mayo con 0.60 cm.
La mínima histórica en San Nicolás se registró en 1989 con 0.35 cm, según informó ayer a EL NORTE, el prefecto Edgardo Camilatti, jefe de la Prefectura San Nicolás.
“Esta pronunciada bajante creemos que es por la falta de lluvias en la alta cuenca del río Paraná, zona sur de Brasil, norte de nuestro país”, indicó.
“Hasta ahora esto provoca que al bajar la altura del agua también baja la profundidad del Paraná. Acá tenemos un paso crítico para los buques que llegan a San Nicolás que se encuentra ubicado en el pasaje El tonelero e Isla Nueva, km 343 y 338. La determinante de hoy está en 9.58 centímetros, los barcos que quieran pasar por esa zona deben tener esa altura de agua. Más de eso no. A esa altura que nos envía la Subsecretaría de Puertos y Vías navegables todos los días ya están restados los 60 cm de margen de seguridad para que los buques puedan navegar”, explicó el prefecto.
“La navegación no está en riesgo, con alturas menores no hay problemas, se sigue navegando. El tema es que bajó el calado. El 14 de mayo había llegado a 1.42 y de golpe bajó a 0.60 el día 18. Algunas empresas que ya tenían previsto mover barcos con carga, con cierta cantidad de toneladas de acuerdo a la determinante de ese día, van a permanecer en zona común. Hasta ahora con la navegación comercial no hemos tenido problemas en este Puerto. Pero puede llegar a afectarla porque los barcos que vienen con carga van jugando con la determinante”, dijo Camilatti.
Agregó: “Los barcos que tienen mayor carga no pueden entrar. Los barcos que cargan en San Nicolás deberán cargar menos de acuerdo a la determinante. La cantidad de toneladas varía según el barco”.
También advirtió que hay riesgos para la navegación deportiva. “Para la navegación deportiva hay recomendaciones. Lo bueno es que en esta época no hay tanto movimiento. La salida por el arroyo Yaguarón frente al parque San Martín esta muy baja, embarcaciones de mediano porte no pueden pasar. Y hacia la zona norte cuando se sale al Paraná por el km 359, frente al Infiel, está muy bajo. Puede haber zonas con menos de un metro de agua. Embarcaciones de mucho porte se deben manejar con cuidado porque al bajar tanto no hay problema con los troncos que salen del agua, pero se deben cuidar de los troncos que quedan sumergidos”, remarcó.
“La situación está estable, hay que esperar. No está lloviendo en el norte. Si llueve aliviará, pero la crecida va a demorar”, destacó.
Por otro lado EL NORTE consultó a Camilatti sobre cómo afecta la bajante a la fauna ictícola: “No corre peligro –dijo-. Hasta ahora no tenemos novedades. Generalmente los cardúmenes cuando hay mucha agua van a los riachos, las lagunas. Cuando baja el río van para el canal. El tema sería que el río baje mucho y los peces quedasen en un lugar sin agua y no puedan salir. El pez busca la profundidad. Hasta el momento no se ha visto mortandad ni nada fuera de lo normal”.
La situación en Rosario
A tal punto llegó la bajante actual que en enero pasado un buque quedó varado con 50 mil toneladas de minerales en la rada del puerto de Rosario por más de una semana, y hasta ha afectado la provisión de agua potable.
Que el río haya llegado ahora al metro no transforma a la bajante en un récord (en 1989 fue de 75 centímetros), pero para encontrar alturas sensiblemente inferiores y tan sostenidas en el tiempo habría que remontarse a las épocas en que no existían las más de 60 represas que hoy ejercen un papel regulador sobre el nivel de las aguas fluviales desde la cuenca alta del Paraná.
El ingeniero Juan Borús, a cargo del Control Hídrico del Instituto Nacional del Agua (INA), explicó que "hay que buscar la base del fenómeno en el pobrísimo aporte pluvial de las altas cuencas del Paraná producto de la seca generalizada".
Con registros de lluvias normales, la influencia del río de la Plata se haría sentir hasta San Pedro o San Nicolás, pero en los últimos tiempos, por efectos de la prolongada sequía, la bajante de esa cuenca se nota también aguas más arriba, por ejemplo, hasta Rosario.
El responsable técnico de la comisión de Transporte de la Bolsa de Comercio local, Alfredo Sesé, detalló cómo impacta la bajante en la navegación comercial.
Según destacó, los más perjudicados son los buques "tipo Panamax" (usualmente transportadores de cereal), que pueden cargar hasta los 34 pies y con la altura actual del río deben limitarse a 30 o a lo sumo 31, con lo que pierden de completar entre 3 y 4 pies, a razón de 1.500 a 1.800 toneladas por cada uno.
Según las previsiones del INA, la bajante se acentuará por la falta de lluvias en la cuenca del Paraná (fuente: La Capital).-
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