La Cámara Municipal de Foz do Iguazú fue escenario el martes de una Audiencia Pública convocada para debatir sobre la construcción de la represa hidroeléctrica Baixo Iguaçu en el entorno de las Cataratas.
Allí, tanto ecologistas como empresarios coincidieron en que la obra causará un gran impacto ambiental y económico, afectando directamente a los saltos de agua. En la reunión, sin embargo, quedó de manifiesto el fervor de las autoridades brasileñas por impulsar el proyecto, si bien -tras un arduo debate- se logró pasar a un cuarto intermedio –con fecha a confirmar- para que la empresa adjudicataria Neoenergia realice una presentación formal de la obra y el estudio de impacto ambiental que dijo tener.
La Audiencia Pública fue el resultado del compromiso asumido por los representantes del Consejo Municipal de Turismo de Foz de Iguazú (COMTUR), Pablo de Angeli; el titular de relaciones exteriores del municipio de Foz de Iguazú, Sergio Lobato; y el secretario de Turismo, Felipe González, en la cumbre por Baixo Iguazú convocada por el diputado nacional Timoteo Llera el pasado 17 de abril.
En esta ocasión estuvieron presentes los vereadores (concejales) de Foz de Iguazú, funcionarios municipales de esa ciudad, representantes del sector privado y los prefeitos (intendentes) de Leonidas Marques y Capanema, municipios donde se alzaría la represa. También asistieron representantes del Parque Nacional do Iguazú, del Instituto Ambiental del Estado de Paraná y organizaciones ecologistas. En representación de Misiones participaron el director de Turismo de Iguazú, Eduardo Allou; el doctor Carlos Adrián Núñez y María Jimena Rojas, ambos en representación del diputado nacional Timoteo Llera, quien estaba en Buenos Aires cumpliendo con sus labores legislativas.
Durante el plenario, los expositores dejaron sentada su preocupación por la falta de información oficial sobre las consecuencias de la construcción de la obra y solicitaron el acceso a la información disponible, así como pidieron la participación argentina en el proceso de debate público.
A favor y en contra
Los prefeitos (intendentes) de las localidades donde estaría emplazada la represa hablaron sobre la necesidad económica de la obra y de sus características, incluso advirtiendo que no causaría un grave impacto sobre el río Iguazú, pero las organizaciones ecologistas presentes y los concejales brasileños sí alertaron sobre el impacto negativo de la obra y coincidieron en que ni siquiera se presentó un estudio de impacto ambiental que fije claramente las consecuencias de su construcción. Es más, los adjudicatarios de la obra, la empresa Neoenergia, ni siquiera estuvieron presentes en la audiencia y manifestaron por escrito que no pudieron hacerlo por haber sido invitados con apenas un día de anticipación.
Ahora todos esperan la nueva fecha de la audiencia para analizar el estudio de impacto ambiental que tiene que presentar Neoenergia, aunque ya existe uno presentado por el COMTUR que habla sobre los efectos negativos que causará en el ecosistema, las aguas, la economía y el turismo.
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