La pronunciada bajante del río Paraná en todo su curso genera inconvenientes no sólo en el normal suministro de agua potable a Rosario y localidades vecinas, sino también la logística de cargas en las terminales portuarias de la región, informaron funcionarios y especialistas quienes definieron que la "situación es preocupante".
La altura del río en esta zona del Bajo Paraná, frente al puerto de Rosario, registraba ayer 1,03 metros, lo que significa que tiene 2,50 metros menos que su nivel habitual para esta época de año, cuando lo normal son las crecientes, destacó en su informe la sección Hidrometría de Vías Navegables.
El gerente de Relaciones Institucionales de la empresa Aguas Santafesinas (Assa), Guillermo Lanfranco, dijo que "la situación se presentaba muy complicada", dado que la capacidad de succión de las bombas se ve reducida en un 20 por ciento.
"El bombeo normalmente es de 27 mil metros cúbicos por hora, y ahora estamos solamente entre 22 y 23 mil metros cúbicos", precisó.
Lanfranco destacó que no obstante haberse habilitado siete bombas más de extracción (de 8 a 15), la situación obliga "a retomar la actividad de pleno verano, pero en situaciones más críticas, ya que para que las bombas de extracción funcionen a pleno y en forma normal, el río no debe estar por debajo de 1,20 metro".
El miércoles, el ministro santafesino de Aguas, Servicios Públicos y Medio Ambiente, Antonio Ciancio, exhortó a los usuarios a realizar un consumo razonable del agua, pedido que ayer reiteró la empresa Aguas Santafesinas, considerando que cuando mayor es la distancia entre los barrios y las estaciones de bombeo, menor es la presión de agua.
Para Alfredo Sesé, de la Comisión de Transporte de la Bolsa de Comercio de Rosario "no hay una situación de alarma, pero sí de algunas complicaciones que hacen a la logística de las terminales portuarias de toda la zona", dijo.
"El miércoles, el canal de navegación presentaba una profundidad de 30 pies y tres pulgadas, con una altura del río de 1,01 metro, cuando lo normal pasa por una altura mínima de 2,47 metros que permite navegar a 34 pies", explicó el funcionario.
Sesé dijo que esta situación hace que "algunos buques (los de mayor porte) no puedan cargar la totalidad de sus bodegas, y muchas veces completan la carga en Bahía Blanca y puertos de Brasil".
Por su lado, el servicio de Hidrometría informó que el río Paraná registraba ayer una frente al puerto de Rosario, dos centímetros de agua más que ayer, lo que evidencia un levísimo repunte en la bajante que presenta en casi todo su curso.
En Puerto Iguazú, en el extremo noreste del país, el registro de ayer era de 11,50 metros y, aunque está creciendo, sigue muy por debajo de su nivel normal para esta época del año, cuando ronda los 20 metros.
Más arriba, en Puerto Andresito, el río también crecía pero a un ritmo lentísimo, ya que en las últimas 72 horas pasó de 0,18 metros a 0,24, cuando su nivel normal es de 4 metros promedio.
Luego, según el mismo informe de Hidrometría, el Paraná comienza a bajar en todo su curso inferior, lo que ocurre entre los puertos de Posadas y de Esquina (Corrientes) y Reconquista (Santa Fe).
Para el jueves 28 de mayo, el Servicio de Hidrometría prevé una nueva bajante de cinco centímetros frente al puerto Rosario, un pronóstico que haría descender el Paraná por debajo del nivel de un metro.
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