Tras un parate forzoso por falta de fondos, el lunes la Municipalidad de Córdoba retomó la obra de construcción de desagües en un sector de Alta Córdoba. Esto aliviará la situación que se produce en las calles del barrio cada vez que llueve, a raíz de las tristemente célebres inundaciones. Se trata de la segunda etapa de la obra, luego de que en 1999 se ejecutara la primera, al final de la gestión martiísta.
Los trabajos se focalizan, por ahora, en la esquina de Baigorrí y General Paz (frente a la plaza del Ferroviario), restringida al tránsito. Allí la empresa Pablo Federico –contratista municipal– empezó a cavar bajo la calzada para colocar un conducto de hormigón armado a cuatro metros de profundidad, que se empalmará con el desagüe existente.
Pese a la trascendencia de la obra, los vecinos se quejan por el caos vehicular que se suscitó en adyacencias del sector vedado para la circulación, de alto tránsito. En especial se generan riesgos en las esquinas de Isabel La Católica, Jujuy y Saráchaga; en Tucumán y Balmes; y en Jujuy y Baigorrí. Los vecinos dicen que ya hubo choques. Un periodista de este diario comprobó que las frenadas bruscas son constantes y que los vehículos quedan cruzados en las bocacalles.
Los colectivos debieron cambiar sus recorridos. Doblaban en Isabel La Católica y General Paz, pero ahora desvían por Balmes, Isabel La Católica y Jujuy para después retomar Baigorrí.
No hay señalización que, cuadras antes, advierta a los conductores acerca de la obra y es común que los vehículos viren en "U" o ingresen a contramano en ciertas calles, por ejemplo en Tucumán al 2000. Hay temor por la posibilidad de que los niños sean atropellados, situación que se potencia por la falta de alumbrado público en varios sectores.
Junto con otros vecinos, Leonardo Maragliano pidió al municipio que señalice correctamente el lugar y reponga luces.
Características. El desagüe se extenderá desde Baigorrí y General Paz por Isabel La Católica a lo largo de 1.500 metros. Otros 500 metros se colocarán como derivaciones en las calles perpendiculares.
Daniel Herrera, subsecretario de Infraestructura, informó que esta obra municipal tiene un presupuesto de 7,5 millones de pesos y se hace con fondos propios, aunque se terminará con aportes de la Nación. Demandaría 10 meses. Al retomarse la obra, se alcanzaron a instalar 80 sumideros, de 100 previstos.
Las dimensiones del conducto son 2,80 metros por 3,40 metros. Podrá evacuar 12 metros cúbicos de agua por segundo.
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