La tarea de inspección ocular estuvo a cargo del director general de Control y Protección de los Recursos Hídricos de la Seam, Ing. Amado Insfrán, y del Dr. Víctor Morel, también de la misma institución. Observaron el comportamiento del agua, tanto río arriba como río abajo de la represa.
Según el análisis técnico, en un sector el embalse crea una vasta extensión inundada, mientras que por el otro lado el río pasa por su curso normal.
En esta segunda prueba de descarga, al abrirse las esclusas, se liberaron mil metros cúbicos de agua.
Conforme con el análisis del Dr. Morel, las proyecciones indican que esta actividad no provocaría daños mayores a los ecosistemas de la zona de influencia de la represa, sino que al contrario, “con el funcionamiento de esta hidroeléctrica el río podría recuperar su caudal normal”.
Agregó que los humedales que se encuentran aguas abajo podrían ser los ecosistemas más afectados con esta actividad, dado que con un abrupto aumento del caudal del agua haría que los mismos modifiquen su estructura.
Para minimizar los eventuales impactos que esta represa pudiera representar al medio ambiente, la Seam analiza un plan de manejo efectivo en la zona de influencia de la obra, a través de todas sus direcciones.
Dijo Morel que una de las actividades que se podría generar sería la creación de parques naturales, con el propósito de potenciar el estudio y la experimentación.
La Seam seguirá monitoreando la represa.
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