El tendal de inconvenientes que generó la tempestad en la región se hizo más palpable en Cutral Co, donde a las voladuras de techos y problemas en las viviendas se sumaron persistentes problemas con la distribución de agua y de luz.
Cutral Co claramente es la ciudad que menos problemas económicos acusó en un contexto de crisis, pero ello no implica que no deba asumir problemas complejos.
Con varias obras iniciadas para modernizar urbanísticamente la ciudad, todavía no se resuelven problemas tan viejos como el pueblo. La falta de desagües es una de ellas.
Es cierto que las lluvias son más bien la excepción que la norma en esta zona, pero también es una certeza que cada determinado tiempo se producen fenómenos climáticos dignos de ser tenidos en cuenta. El fin de semana pasado fue uno de esos casos, porque hubo ráfagas de 150 kilómetros por hora con unos 20 grados de temperatura y, a las dos horas, cayó lluvia y bajó inmediatamente la temperatura.
En 1975 hubo una inundación, conocida como el aluvión, que dejó centenares de muertos, muchos de ellos jamás identificados. Una tormenta de dimensiones hasta entonces no registrada creó una fuerza de agua enorme que arrastró consigo casas, autos y todo lo que halló a su paso. Fue allí que se construyó un zanjón colector sobre el cual incluso se construyeron puentes por sus enormes dimensiones. El zanjón permanece vacío por quince años, los visitantes que lo observan y no conocen la historia dudan de su utilidad. Pero un buen día comienza a llover y el zanjón se llena a tope. Así evita una desgracia.
Sin llegar a tanto, los problemas de acumulación de agua en diferentes calles son importantes. Los funcionarios de esta gestión tienen decenas de explicaciones convincentes de por qué con cada lluvia la calle Salta es un río, las cloacas colapsan y lo que es peor, porque son obras realizadas durante esta gestión, las nuevas calles asfaltadas se transforman en enormes lagunas imposibles de cruzar.
La historia de la Humanidad está llena de ejemplos que ilustran cómo la imaginación, la capacidad y la eficiencia permiten superar los problemas que plantean los escenarios naturales. Si no Venecia no existiría, tampoco las plantaciones en las dunas asiáticas.
Aquí la magnitud de los problemas es mucho menor pero evidentemente sobrepasa la capacidad de quienes deben resolverlo. Si es así el primer paso es admitirlo y el segundo es acudir a quienes tienen mayor capacidad de resolución, seguramente otra ciudad sufrió estos mismos problemas y lo resolvió de alguna manera.
En el Instituto Municipal de Agua e Infraestructura no se les ocurre nada. Entonces… ¡pregunten! Seguro otro, probablemente un arquitecto o un ingeniero civil podrá darles una respuesta adecuada para estos inconvenientes.
La ciudadanía es continuamente apelada para que pague sus servicios, se les argumenta de manera insistente que se busca transformar a Cutral Co en una ciudad pujante, digna de vivirla.
Pero es una vergüenza que 50 milímetros de agua destruyan toda esa imagen. No cuesta tanto mejorar este aspecto, ahora que lo urgente no tapa lo importante.
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