A partir de agosto próximo, las aguas del río San Juan serán analizadas constantemente para hacer un diagnóstico de su estado. El estudio, a cargo de la Subsecretaría de Medio Ambiente, se realizará en 5 zonas de su cauce a través de un sistema de sensores. El testeo demandará seis meses de trabajo. Luego podrán determinar las variables que se produzcan en su composición por agentes contaminantes. Y así, analizar de dónde provienen y tomar medidas.
Hasta el momento el Departamento de Hidráulica es el encargado de estudiar las condiciones del río. Pero trabaja con muestras que se extraen y luego se analizan, cada un lapso determinado. La novedad es que ahora el río San Juan estará siendo monitoreado durante las 24 horas.
Esta no es la primera vez que Medio Ambiente hace un profundo estudio para determinar los niveles de contaminación. En noviembre del año pasado se dedicaron a medir la calidad del aire en 10 puntos estratégicos del Gran San Juan. Para eso utilizaron equipos que debían colocarse durante un día en un lugar al aire libre.
Esta vez, el testeo del agua se realizará a través de un complejo sistema de sensores que estarán inmersos en las aguas. Los mismos serán colocados dentro de unas casetas (casillas) de metal. Según comentó el director de Gestión Ambiental, José Luis Espinoza, se trata de un sistema remoto que enviará la información de esos sensores a un equipo de computadoras de manera constante.
En total colocarán cinco casetas: una en Pachaco (entre Ullum y Calingasta), otra en el dique partidor San Emiliano y en los puentes de Caucete, Cochagual (Sarmiento) y 9 de Julio.
Por el momento, los sensores que se utilizarán registrarán el nivel de pH, es decir de acidez del agua, que es muy importante sobre todo para los cultivos; la conductibilidad eléctrica, que se refiere al nivel de salinidad; la temperatura y el oxígeno disuelto. En relación a este último, Espinoza explicó que puede determinar la cantidad de desechos orgánicos que hay en el agua. "Por ejemplo, si una empresa de alimentos tira desechos al río, la carga es tanta que el oxígeno no la puede degradar y eso genera contaminación", explicó el funcionario. También dijo que "a medida que pase el tiempo y consigamos mayor cantidad de fondos iremos agregando otros sensores que analizan otros aspectos, para ampliar el estudio".
El hecho de que el proyecto comience ahora y con mediciones de esos cuatro aspectos responde a que el organismo cuenta con los fondos necesarios, y no a que haya alguna presunción de contaminación específica. El director de Gestión Ambiental comentó que, hasta el momento, han sido destinados a la investigación 500.000 pesos.
Espinoza aclaró además que por el momento el equipo de trabajo está centrado en realizar el diagnóstico de las condiciones del agua. Y que, cuando se conozca estos datos, recién analizarán cómo van a proceder para realizar controles y sanciones a aquellos que estén contaminando. "Por el momento nos interesan estos 6 meses de monitoreo. Luego que determinemos cómo son las cosas, veremos qué se va a hacer", comentó.
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