Los enormes perjuicios que las inundaciones de hace casi un cuarto de siglo causaron en la zona de Carhué todavía subsisten. La magnitud del fenómeno, que abarcó no sólo al distrito de Adolfo Alsina sino a una amplia zona del oeste de la provincia de Buenos Aires, dejó un sello de destrucción no sencillo de reparar. Han sido ingentes los esfuerzos desplegados hasta hoy por autoridades locales y por representantes de las instituciones locales, pero todavía no ha podido materializarse un objetivo esencial como es la construcción del parque hidrotermal.
La especial calidad de las aguas le dio al lugar un nombre en el concierto nacional, a tal punto de haber conseguido un prestigio que se aproxima al de otras zonas del país, como las termas de Río Hondo y las de Copahue-Caviahue. El número de visitantes se fue incrementando, hasta que el referido episodio produjo un quiebre del cual todavía la comunidad carhuense no ha podido recuperarse en plenitud.
Una crónica aparecida en nuestra edición del último domingo refleja las razonables aspiraciones de los empresarios nucleados en el rubro turístico de poder asegurar la continuidad de los trabajos destinados a dar forma al parque hidrotermal. Todavía los pasos son preliminares, pero se pretende asegurar un ritmo de labor que permita vislumbrar la conformación de un escenario apto para recobrar la mayor atracción posible entre los visitantes.
Va de suyo que Carhué no podrá aspirar a una presencia más relevante entre los sitios termales de la Argentina --como lo indicaron los empresarios-- si no cuenta con una infraestructura apropiada, meta, precisamente, de todos los esfuerzos del momento. Epecuén llegó a contar con 7.000 plazas antes de la tragedia. Por lo tanto, el camino emprendido es duro, pero las posibilidades que encierra el distrito en materia de turismo hidrotermal obligan a acometer los máximos sacrificios.
Tras la inundación, la iniciativa privada se movilizó y llevó a cabo inversiones que hoy están a disponibilidad de los turistas. Pero sin el aporte oficial no podrá ejecutarse la obra en su integridad, que revitalizaría el más importante lugar termal de la provincia de Buenos Aires. En tal sentido, se espera que las gestiones emprendidas ante el Poder Ejecutivo Nacional y el bonaerense prosperen de manera adecuada. Mientras tanto, el municipio ha iniciado la construcción de la primera pileta cubierta, de un total de cinco proyectadas, como punto de partida de la ambiciosa propuesta.
El presupuesto para dar forma integral al complejo ronda los 14 millones de pesos, por cuyo motivo se hace imprescindible el respaldo del gobierno central, del que se espera la consiguiente decisión favorable, atento al aporte que el desarrollo del complejo podría significar para el movimiento turístico. Es obvio que, por su lado, la comunidad entera de Carhué hará su mayor contribución posible para acompañar los esperados avances en la materialización de tal propósito, atento al impacto que la obra tendrá en el movimiento socioeconómico del distrito. |
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