El bajo caudal de precipitaciones registrado desde diciembre de 2008 volvió a complicar la situación hídrica del Chaco, que el año pasado ya sufrió pérdidas por más de 650 millones de pesos, incluyendo la muerte de más de 87 mil cabezas de ganado.
“Este es el séptimo año consecutivo de sequía, debido a que en el verano pasado hubo un déficit muy grande de lluvias y desde abril a la fecha las precipitaciones fueron muy escasas”, comentó la presidente de la Administración Provincial del Agua (Apa), María Cristina Magnano.
Según la funcionaria provincial, la falta de precipitaciones imposibilitó que “se recarguen los acuíferos” y en contrapartida “bajaron las napas”, mientras que “la poca agua que queda entró en proceso de salinización”.
Aunque la sequía afecta a toda la provincia, la situación es más crítica en la zona oeste, siendo localidades como Los Frentones, Pampa del Infierno y Concepción del Bermejo las más afectadas.El gobierno chaqueño ultima detalles para la salida de un tren con 209 vagones que llevará agua potable a estas ciudades.
“Necesitamos mucha lluvia porque, por ejemplo, en la localidad de Juan José Castelli, que tuvo una crisis similar en 2004-05, se comenzado a racionalizar nuevamente el uso del agua potable”, advirtió Magnano.
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