En El Sauzalito, de unos 7.000 habitantes y sus zonas aledañas del departamento Güemes, en el extremo noroeste de Chaco, cayeron ayer en 12 horas unos 150 milímetros de lluvia, pero además hubo granizada y fuertes vientos.
El hecho causó el anegamiento de varias viviendas por lo que algunas familias fueron evacuadas y alojadas en un centro comunitario.
La lluvia comenzó a las 4 de la mañana y poco después, durante media hora, se desencadenó una precipitación de granizo. Luego continuó lloviendo hasta alrededor de las 18, dio cuenta
en su edición de hoy el Diario Norte.
El secretario de Economía de la municipalidad, Delmirio Maldonado, señaló que las familias más afectadas estaban siendo ayudadas en un centro de la comuna y que se trabajaba para acercar
elementos a personas que permanecían en sus viviendas.
El pueblo tuvo gran cantidad de calles anegadas que hacía imposible la circulación.
En contraste con este panorama, pocos kilómetros más al sur, en el departamento Almirante Brown, lindante con el departamento Güemes, hace más de un año que no llueve.
Unas 40.000 personas de esa región, mayoritariamente dependiente de la actividad agropecuaria, sufrían esta situación. Entre las localidades más afectadas se encontraban Los Frentones, Pampa del Infierno y Concepción del Bermejo.
Las actividades forestales, la ganadería, la soja, el maíz y el girasol se habían resentido debido a la falta de agua, que redujo los rindes a niveles mínimos.
Como consecuencia, advirtieron medios locales, la desocupación comenzó a sentirse con fuerza en la región. Dirigentes del agro, autoridades políticas y los propios pobladores admiten que se trata de una sequía histórica.
Así, el intendente de Los Frentones, Oreste Paoletti, calificó a la situación de "desastrosa" y "totalmente inédita", indicó el Diario Norte.
En esa región la provisión de agua potable era dificultosa, ya que las familias que tienen recursos económicos deben comprarla envasada, mientras las restantes se proveen de pozos que en muchos casos tienen altas concentraciones de arsénico.
La red de distribución domiciliaria está poco extendida en la zona, y la empresa Servicio de Agua y Mantenimiento Empresa del Estado Provincial (Sameep) tiene en algunas localidades, como Pampa
del Infierno, canillas públicas adonde la gente debe asistir con sus recipientes.
Los municipios recorren los barrios con camiones cisternas y llenan aljibes, que los vecinos han ido construyendo a medida que se extendía el período de sequía.
"La peleamos pero no sabemos cómo vamos a seguir. La solución definitiva al grave problema que tenemos con el agua en el oeste chaqueño es la mega obra del acueducto", sostuvo el intendente de Pampa del Infierno, Marcelo Píccoli, intendente de Pampa del Infierno, de 18 mil habitantes.
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