Fierros, palos, cañerías de desagote caseras son algunos de los remedios temporarios que usan los vecinos del sector 2 del barrio República del Líbano, de Rawson. Pero no pasan ni 24 horas y el problema vuelve: las aguas servidas de los pozos negros empiezan a brotar de los resumideros de los departamentos de planta baja y también de los pozos negros comunes. Mientras tanto, desde el IPV dicen que están al tanto del problema, mandaron inspectores y derivarán el caso al municipio, que, según la repartición, es el responsable de resolver estos temas. Sin embargo, el municipio afirma que ellos asisten en forma permanente a esos vecinos, pero que es el IPV es el encargado de dar una solución.
Según los afectados, el barrio fue construido hace 15 años y siempre tuvieron el mismo problema. "Yo vivo aquí desde el '95 y a mi marido le dio hepatitis de tanto destapar las cañerías", dijo María Cuevas. Ella vive en planta baja. Mientras destapa con un palo y algunos alambres el resumidero de la cocina, y ya acostumbrada a inhalar el intenso olor desagradable, cuenta que vive con su madre de 90 años y un hijo. Pero la situación se ha vuelto cada vez más insoportable, por lo que está viviendo con su familia en una casa prestada. "Ya estoy cansada de andar limpiando la porquería de los demás. Quiero vender el departamento, pero ¿quién me lo va a comprar?", comentó María sin dejar de poner desinfectante y lavandina por los pisos.
"El IPV nunca se hizo cargo. El viernes pasado vinieron unos inspectores, pero dicen que ellos no son los que tienen que resolver el problema. Eso sí, vos no podés irte del departamento o dejar de pagar una cuota porque ahí no más te lo quitan", dijo la vecina. Desde el IPV corroboraron las versiones de los habitantes de lugar. Informaron que mandaron inspectores, que tienen que labrar un informe. Esos datos los elevarán al municipio de Rawson, que, según ellos, son los que se tienen que hacer cargo del problema y analizar las posibles soluciones.
Pero las declaraciones de las autoridades municipales fueron diferentes: "Estamos asistiendo en forma permanente a ese barrio y a muchos otros que tienen el mismo problema. Tenemos los 6 camiones atmosféricos en la calle todos los días para desagotar pozos y, en el caso que sea necesario, hacemos otros nuevos. Nosotros colaboramos, pero la responsabilidad la tiene el IPV. En ese barrio había un solo pozo para 24 familias, por lo que tuvimos que hacer una batería con 10 más", dijo el director de Servicios de Rawson, Germán Navas.
Mientras tanto, según María Cuevas, ya hay varias familias que se han ido porque no soportaron la situación. La soluciones que estos vecinos encuentran han resultado poco efectivas. Algunos han roto sus cañerías para que descarguen directamente en los pozos negros, como hizo Delia Quiroga, otra de las vecinas. Eso soluciona el problema de inundaciones dentro de los departamentos pero las provoca fuera de ellos, cuando se rebasan los pozos negros. Otro remedio temporario es el de destapar las cañerías con alambres desde la salida de los departamentos hasta las cámaras externas. Según estas personas, el problema fundamental es que hay muchas familias viviendo en los edificios y pocos pozos negros. |
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