La sequía en el norte de la provincia de Santa Fe persiste y las necesidades de los productores agropecuarios se acrecientan, así como las de las ciudades y los pueblos en su vida cotidiana.
Dialogando con LA OPINION, el ministro de la Producción, Juan José Bertero describió la situación actual con una mirada amplia.
En cuanto a la lechería, ayer se acreditaron los fondos para la compra de diez mil toneladas de maíz, destinadas a la zona más compleja de San Cristóbal que ya se comienzan a estudiar en cuanto a competitividad de costos mayoristas y a la mejor forma de distribución, en tanto "se van a seguir manteniendo reuniones con organizaciones del Departamento para ver qué tipo de ayudas podemos dar, como por ejemplo la refinanciación de deudas de los créditos por sequía que ya se habían otorgado".
Además de corrales que en Tostado se alistan para recibir al ganado en estado crítico, Bertero añadió que la semana anterior tuvo una reunión en San Justo, para abarcar temas más ligados a la agricult- ura, en la cual se acordó "junto a una buena representación de toda la zona en emergencia, la banca, el INTA y las Universidades, la Bolsa de Comercio, para coordinar un plan de acciones en el cual se pongan de relieve qué cosas son las que se necesitan desde el Gobierno de la Nación; y lo que podemos hacer por nuestra propia cuenta".
En la oportunidad, "se creó un par de comisiones, una tiene el tema refinanciamiento y la otra revisa las ofertas que ya hicieron los proveedores de insumos", para poder analizar las posibilidades de avanzar en la cobertura de demandas por parte del sector productivo.
Pero en este camino de diálogo y acción, "ahora se va a armar una comisión más grande para ir a plantear algunos temas a nivel nacional", que abarquen la realidad productiva de todos los sectores, en el medio de una situación crítica que inició el clima y continuó la aplicación de políticas para todo el campo y afectó su entorno.
OTROS SEGMENTOS
Para el resto de los sectores, el Ministro anunció que "vamos a implementar una línea de créditos para capital de trabajo, para PyMEs, por la firma del Gobernador Binner de un acuerdo con el CFI, que se anunciará esta semana, cuando se definan todos los detalles de su aplicación".
Bertero mencionó la continuidad de las tareas en sectores no necesariamente del campo, como lo son el de la madera, tendientes a una mayor efectividad en la feria Expodema, o también el control de la pesca en los ríos provinciales, para evitar las extracciones ilegales y la conservación de las especies.
En cuanto a las empresas de base tecnológica, en los próximos días se darán a conocer los resultados de la primera encuesta que hizo la CEPAL sobre empresas privadas ligadas al sector que a su vez conformó la semana anterior su Consejo Económico.
En relación, el Observatorio PyME, Juan José Bertero adelantó que en breve se nombrarán a los responsables de su funcionamiento y así se podrán adelantar instancias de los trabajos que hacen a un mejor conocimiento de las actividades de los emprendimientos provinciales.
Patrones de sequía en los últimos 80 años
Con campos y productores devastados por las adversidades del clima en las últimas campañas, es difícil pensar en la sequía como algo excepcional. Muy por el contrario, parece ser la constante de estos tiempos, causando cada vez más pérdidas en la actividad agropecuaria y con pronósticos que no son alentadores. Sin embargo, un estudio agroclimatológico desarrollado por investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional del Litoral identificó los patrones temporales de la sequía en Rafaela, en los últimos 80 años.
De la serie analizada -1932 a 2006- se observa que en el 50% de los casos el índice fue menor al límite necesario para considerar un evento como seco. Solamente en un 1% de los casos ocurrieron sequías severas, mientras que en el 20% se observaron períodos muy húmedos a extremadamente húmedos. "Episodios como el que estamos viviendo hoy con meses de precipitaciones insuficientes son fenómenos normales que se dan en un punto de la curva de un ciclo hidrológico. Más o menos cada unos 10 años se cumple ese ciclo", señaló la Ing. Agr. Perla Leva, investigadora a cargo del trabajo y profesora de la cátedra de Agroclimatología.
El estudio se realizó sobre la base de datos de precipitación mensual y temperaturas medias suministrados por la EEA Rafaela del INTA.
Los investigadores utilizaron índices meteorológicos para el análisis temporal de los registros. De este modo detectaron el inicio, fin, intensidad y frecuencia de eventos extremos como las sequías y también determinaron niveles de probabilidades para la localidad de Rafaela.
El índice de sequía utilizado mide la pérdida de la humedad basándose en el concepto de demanda-suministro de agua, teniendo en cuenta el déficit entre la precipitación real y la precipitación necesaria para mantener las condiciones de humedad climática normal.
"Una de las ventajas que presenta este índice, y por lo que elegimos usarlo, es que toma en cuenta la combinación del suelo y la atmósfera para evaluar la sequía. Al no estar exclusivamente referido al nivel de precipitaciones sino también considerar el suelo -cuánta lluvia necesita, cuánta humedad tiene y hasta qué punto puede ceder- es más adecuado para un estudio de agroclimatología", explicó Leva.
El índice está compuesto por categorías que van desde la sequía extrema hasta episodios extremadamente húmedos. Al graficar las series temporales del índice de sequía, los investigadores pudieron identificar los aumentos o disminuciones de la intensidad de la sequía en el período analizado de 74 años.
Finalmente, se estableció la existencia de patrones temporales de ocurrencia de sequías y la tendencia gradual hacia la disminución de su intensidad a partir de los comienzos de la década del 70.
Según la investigación realizado por Hernán Ferrarini, María Soledad García, Guillermo Toffoli y Silvia Valtorta, bajo la dirección de Perla Leva, desde ese momento los eventos de sequías severas y extremas disminuyeron su duración e intensidad así como también su aparición.
Paralelamente, los expertos identificaron un marcado aumento de eventos muy húmedos y extremadamente húmedos. Al haber más precipitaciones se reducen los riesgos de ocurrencia de sequías severas, pero aún suceden de manera excepcional, como los casos de 1989 y 1997.
PENDIENTES
El mayor limitante a la hora de producir granos y forrajes en el centro de la provincia, son las precipitaciones. Especialmente porque la mayor parte de los productores cultivan dependiendo exclusivamente de la lluvia, es decir, practicando una agricultura de secano, como se conoce.
La organización meteorológica mundial define sequía como un período con condiciones meteorológicas anormalmente secas, suficientemente prolongado como para que la falta de precipitación cause un grave desequilibrio hidrológico. "No se trata de que no haya ninguna precipitación, sino que son insuficientes", aclaró Leva. Más allá de modelos y pronósticos, es necesario afrontar con cautela las predicciones. "Como siempre, nos estamos moviendo en el terreno de las probabilidades. No es posible saber qué es lo que va a pasar", afirmó.
|
|
|