Después de casi 10 meses de la sentencia de la Corte Suprema de Justicia de Nación el Juez Federal Armella decide. Se juega una instancia donde el Riachuelo se hace pariente de los casos emblemáticos que están en la justicia. Si lugar a dudas el compromiso de abogados y organizaciones de todos el país contrastan con los ejecutivos. Al respecto requerimos la opinión del doctor Enrique Matías Viale, Presidente de la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas
La verdadera contaminación del Riachuelo
Por Enrique Matías Viale
Presidente
"Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas"
El Riachuelo es un reflejo de lo peor de la Argentina donde se conjugan la corrupción, el predominio de poderes informales y una colosal desigualdad. En su cuenca conviven los sectores mas excluidos del país soportando las feroces externalidades de las empresas más poderosas, con tres gobiernos -nacional, provincial y de la Ciudad- absoluta y cómplicemente ausentes.
Desde siempre existe la fundada sospecha de que las campañas electorales de los “barones del conurbano” se han financiado con las coimas de las empresas que contaminan el Riachuelo.Actualmente se vislumbra la intención del Ministerio de Planificación de la Nación de “monopolizar” la ejecución del millonario crédito del Banco Mundial que, supuestamente, ya estaría aprobado. De esta manera se borraría de un plumazo el espíritu y lo expresamente dispuesto por la ley 26.168 que crea la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR) que, en su artículo 6º, señala que “las facultades, poderes y competencias de la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo en materia ambiental prevalecen sobre cualquier otra concurrente en el ámbito de la cuenca”.
Homero Bibiloni, quién defendió onerosamente en la causa “Mendoza” los intereses de los municipios ante la CSJN, es ahora, como Presidente de la ACUMAR, quien tiene que controlar las acciones y omisiones de sus antiguos contratantes.Por su parte, resulta extraño no ver al Jefe de Gobierno de la Ciudad, o a sus candidatos, navegar escenográficamente el Riachuelo, enfundados en camisetas amarillas, como lo hizo en todas las campañas electorales en lo que su partido político participó. Es que ahora es co-responsable de que no haya habido ningún avance concreto sobre el estado lamentable de la Cuenca. Como lo es el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, quién, paradójicamente, podría ahora proponer soluciones legislativas en el marco de su candidatura como Diputado Nacional bonaerense.En este marco, recordemos que fue la histórica inacción de los Poderes Ejecutivos de las tres jurisdicciones involucradas la que provocó la intervención de otro poder del Estado, el Judicial, para intentar encausar esta gravísima y eterna problemática. Pero, a poco menos de un año de la histórica sentencia del 8 de julio de 2008 de la CSJN, vemos alarmados que las precisas obligaciones de resultado que estableció dicha sentencia, se van transformando perversamente en deberes de medios precarios y, la mayoría de los plazos ordenados por la CSJN han vencido con evidentes resultados negativos. Estos serios y flagrantes incumplimientos de la ACUMAR bastan en si mismas para que el Juez Federal, encargado de la ejecución, aplique las medidas sancionatorias que nuestro máximo Tribunal ha establecido en su histórica resolución. Pero hasta la fecha ni a la ACUMAR, ni a su presidente, le han sido aplicadas las multas, a pesar de haber sido solicitadas formalmente en varias ocasiones por el Cuerpo Colegiado integrado por el Defensor del Pueblo y distintas ONGs.Lo lamentable es que el resultado de este desaguisado es una alarmante situación con miles de personas, que habitan las márgenes de la Cuenca, viviendo en condiciones indignas y lacerantes, donde sus Derechos Humanos básicos son violados sistemáticamente. Como vemos, la verdadera contaminación del Riachuelo va mucho mas allá de los centenares de miles de litros de vertidos ilegales y sin tratamiento que se vuelcan a sus aguas diariamente.
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