A pesar de un ínfimo repunte registrado en las últimas horas y algunas precipitaciones en la zona y las altas cuencas, el nivel del río Paraná sigue siendo bajo, lo que mantiene las dificultades de operación del Puerto de Barranqueras, que durante la mañana de ayer estaba en 2,28 metros cuando para operar con normalidad necesita estar por encima de los tres metros, garantizándose así los diez pies de calado para el ingreso de las barcazas sin que tengan que disminuir su capacidad de carga.
El interventor del puerto, Roberto Benítez, reconoció a NORTE que “la situación sigue siendo complicada a pesar de que el río en toda su línea está creciendo y el Iguazú registró una altura de 13,40 metros por lo que la próxima semana seguirá esa tendencia en nuestros puertos. De todos modos los pronósticos para los próximos meses hasta ahora no son alentadores en cuanto a las lluvias”.
En cuanto a la operatividad en la zona hizo saber que las barcazas siguen entrando pero con mucha menos carga. “Las barcazas que llegan al muelle de YPF con combustible lo hacen con el 50 por ciento de su capacidad, es decir que lo hacen en un calado de siete pies. En cuanto a los granos está todo muy frenado pero no es tanto por la situación del puerto sino por los problemas climáticos y de precios”.
Por otra parte Benítez señaló que la draga se encuentra trabajando en la desembocadura de Cargill, la que fue trasladada a la zona tal cual se preveía a pesar de las dificultades que acarreó esta bajante.
Las empresas que tienen su actividad ligada al transporte fluvial reconocieron que en las últimas semanas se incrementaron las dificultades por el calado por lo que el trabajo mermó como así también está provocando dificultades económicas. La bajante sigue mostrando su peor cara en el puerto de Barranqueras donde el escaso movimiento sigue siendo más que evidente.
Informe nacional
Las previsiones que llevan adelante desde el Instituto Nacional del Agua determinan que para Barranqueras se espera que el nivel del río llegue a 2,50 metros para el 5 de junio y reconocen que la situación sigue siendo atípica para la fecha ya que la media del Paraná en esta zona durante el mes de mayo suele ser 4,20 metros, es decir que en estos momentos está casi dos metros por debajo de los niveles normales para la época.
Pero esta situación de extrema sequía también produjo inconveniente en otros ríos de la zona como el tragadero, el cual es un pequeño hilo de agua el cual se puede cruzar caminando, o también lo que sucede en el río Negro, donde algunos tramos están prácticamente cortados por los camalotes y pastizales que crecieron en la cada vez más extensas márgenes.
Situación en la zona
A partir de esta situación se tomaron diversas medidas para evitar inconvenientes especialmente para que las barcazas no queden varadas en los bancos de arena, por ellos las grandes barcazas suspendieron la navegación nocturna en los pasos críticos, principalmente ubicados en la zona de Empedrado y la confluencia del Paraná y el Paraguay.
Desde Prefectura Nabal reconocieron que se notan los bancos de arena y la gente a simple vista los puede observar desde la propia costanera correntina o cuando cruza con vehículo el puente.
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