Mientras el resto de la provincia sufre las consecuencias de la falta de agua, la zona de El Sauzalito aparece como un paraíso hídrico en la geografía chaqueña.
A tal punto que el exceso de agua comienza a complicar a sus habitantes de esta alejada porción de tierra provincial, con caminos intransitables que la dejan fuera de comunicación con el resto de las comunidades.
Es que este fin de semana cayeron torrenciales 230 milímetros, acompañados de piedra y viento, para generar un escenario pocas veces visto en la localidad. La situación empeora a partir de que desde el miércoles a la noche la llovizna persistente y las bajas temperaturas atentan contra el normal desenvolvimiento de la actividad comercial, productiva e institucional diaria. Así las cosas, el intendente Eduardo Kloster teme que se produzca alguna emergencia sanitaria, ya que la intransitabilidad de los caminos y la dependencia respecto del hospital de Castelli para este tipo de situaciones agravarían sobremanera la coyuntura.
“La llovizna y el frío reinantes complican todo. Tuvimos lluvias copiosas el fin de semana pasado y esto no mejora”, aseguró a NORTE el titular del ejecutivo municipal, quien hace varios años conduce los destinos de esa comunidad. La tormenta en cuestión afectó a unas 50 familias, ya que se registraron 230 milímetros, incluidos granizo y fuertes vientos.
En este sentido, Kloster recordó que desde el miércoles a la noche “la llovizna no para y bajó la temperatura abruptamente. Esta situación es permanente desde esa fecha y no tiene miras de mejoramiento”, insistió en contacto telefónico con este diario.
Lluvias constantes
Contrariamente a lo que sucede en la mayoría de las localidades del Chaco y de la región, El Sauzalito no padeció las consecuencias de una sequía histórica. Periódicamente, lluvias de entre 10 y 15 milímetros resultaron más que beneficiosas para su actividad productiva primaria principal: la ganadería. “No estábamos padeciendo una sequía tremenda, ya que cayeron permanentemente entre 15 y 20 milímetros. Pero en mayo no es habitual una lluvia de 230 milímetros, ya que las piedras y el viento muy fuerte afectaron a las familias. No hubo daños materiales graves, sino solamente en las casas tipo rancho”, ratificó Kloster.
Potencialmente, la situación se agravaría si surgiera alguna emergencia sanitaria, ya que dependen del hospital de Castelli y los caminos están intransitables. Sin embrago, es más que beneficiosa para la ganadería y para el consumo humano. “El municipio está atendiendo a las familias afectadas. Estamos esperando chapas y polietileno que está mandando el gobierno provincial; pero quedaron varados los vehículos en Miraflores. Los caminos están intransitables. No entra ni sale nadie”, concluyó Kloster |
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