Representantes de los distintos clubes emplazados al final de la calle Río Negro sobre la margen del Limay denunciaron ayer importantes pérdidas en sus instalaciones, ocasionadas por la paulatina crecida de los embalses.
Las filtraciones de agua desde hace cuatro días en los predios del Cepron, El Bigüa, Asociación Italiana y Santafesino ya superan los dos metros de profundidad lo que impide el desarrollo de las actividades recreativas y deportivas que se practican durante esta época del año.
Hasta tanto se normalice la situación, los representantes de las mencionadas instituciones decidieron cerrar simbólicamente sus puertas, al tiempo que solicitaron al Gobierno una solución para continuar funcionando.
Según comentaron, desde la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC) les advirtieron que las erogaciones podrían continuar por un mes más. Pero aclararon que, hasta el momento, ninguna autoridad de gobierno se hizo cargo de lo que está sucediendo.
«Todas las pérdidas las venimos afrontando nosotros, como pasó en el año 2006. Pero hay un montón de cosas por hacer que no se prevén desde el gobierno y entonces de un día para el otro nos encontramos inmersos en esta clase de complicaciones», sostuvo Patricia Martínez, integrante de la comisión directiva del club Cepron, quien expresó que junto a sus colegas, estaban al tanto de que iba a haber un aumento del río «pero no imaginamos que sería de esta magnitud».
Las defensas realizadas para detener el paso del agua fueron cediendo ante el caudal erogado últimamente por las represas. «Entendemos las necesidades hidroeléctricas pero no podemos continuar así. En el verano este cauce era prácticamente una zanja y ahora tenemos todo inundado como pasó en el 2006», expresó Martínez.
Pérdidas
Desde las instituciones coincidieron en que el daño provocado por la crecida afecta gran parte del espacio verde con el que cuentan los clubes.
«El pasto se pudre completamente, las raíces de los árboles se secan. De un día para otro se arruina todo lo que cuidamos con tanto esfuerzo», señaló Rubén Salari, del club El Bigüa, donde concurren unos 2.700 asociados entre grupos familiares y unipersonales. En igual sentido se manifestó Juan Carlos Caffa y Graciela Cardone, de la Asociación Italiana, institución que posee un registro de 2.200 socios.
Además desde el Cepron explicaron que se está arruinando el material nuevo que fue incorporado este año, como mesas, bancos y parrillas de ladrillo. «El deterioro que sufren todos estos elementos es bastante, al igual que los juegos infantiles porque se dañan muchísimo al contacto permanente con el agua», comentaron.
Todos los clubes apostados en esa zona funcionan prácticamente los 365 días del año y ofrecen un amplio abanico de actividades deportivas para realizar en diferentes momentos del año. Por este motivo, Martínez destacó que «este es el único sector de la ciudad que contiene buena parte de la atención deportiva y no puede descuidarse de esta forma».
La práctica de canotaje es una de las más demandadas por los socios, pero se ve paralizada a raíz de esta contingencia. Sólo a la Asociación Italiana concurren unos doscientos palistas, mientras que El Bigüa ofrece trece disciplinas deportivas.
Las canchas de tenis, voley y fútbol que poseen la mayoría de los establecimientos fueron alcanzadas por la crecida.
El cableado eléctrico subterráneo que pasa por estos terrenos inundados pone en peligro el ingreso de los socios, quienes pueden llegar a electrocutarse en contacto con ellos.
Ya son 30 los autoevacuados por la creciente del río Limay
En tanto al menos 86 viviendas ubicadas entre Neuquén y Plottier corren peligro de inundación en las próximas horas.
De acuerdo a un relevamiento realizado por Defensa Civil de la provincia, hasta anoche el número de autoevacuados de la línea de ribera, como consecuencia del aumento de las erogaciones, ascendía a 30. Dieciséis más que los registrados hasta el jueves. Además, unas 86 viviendas ubicadas a la vera del río Limay corrían riesgo de inundación según adelantó el director del organismo, Claudio Dominguez. Agregó que de ese total, más de 15 casas sufrieron en las últimas horas el incremento de las napas y están rodeadas de agua.
Se trata de construcciones en el barrio Verde Limay, Valentina Sur, y unas 10 que se agregaron en Confluencia y en el sector de Piscicultura al lado de La Herradura.
Por su parte, la calle Futaleufú al fondo que conduce a Balsa Las Perlas se encontraba completamente abnegada. De todas formas los usuarios aún podían circular a través de las contenciones que se hayan un poco más elevadas. Parte de la planta de agua ubicada en ese sector también se vio afectada por la crecida.
Trabajo de defensas
A los cinco autoevacuados de la localidad de Plottier, ocho de la Isla Verde y la persona de la calle Linares al fondo de esta ciudad, se sumaron en las últimas horas, cinco afectados más de la Isla 111 de la localidad de Senillosa, y once en el sector de Piscicultura donde el agua ya ingresó en por lo menos cuatro viviendas, según informó Dominguez.
Personal de Defensa Civil de Plottier en conjunto con Vialidad provincial se encontraba trabajando desde primeras horas de ayer en la zona de La Herradura, en el alzamiento de defensas para impedir que el río alcance a más familias.
«Además de los autoevacuados, había al menos cuatro viviendas que corrían con igual destino que la de sus vecinos damnificados», señaló Dominguez.
El responsable del área dijo que hasta el momento no fue necesario el traslado de los habitantes hacia un centro asistencial, puesto que todos han solicitado asilo momentáneo en la casa de sus allegados. Sin embargo no descartó que sea necesario hacerlo, si las represas continúan generando erogaciones.
«Por ahora desde la AIC nos informaron que se va a liberar el mismo nivel de caudal, unos 1.400 metros cúbicos por segundo», anunció Dominguez. Y añadió que hay guardias de Defensa Civil durante las 24 horas y recorridas por las costas del Limay; mientras que Prefectura Naval Argentina patrulla las aguas, a bordo de botes del organismo.
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