El volumen de embarque en el Puerto Ibicuy durante este año ya duplicó el que tuvo lugar en 2008. Hoy mismo, un barco con 30.500 toneladas de arroz producido en Villa Elisa, San Salvador y Pasos de los Libres (Corrientes) tiene previsto partir con destino a Irak.
Pero la noticia tiene que ver con los planes sobre la estación fluvioportuaria, ubicado en un punto del río Paraná que prácticamente no necesita dragado. En efecto, mientras el BID realiza un plan maestro que además ayudará a ejecutar, el superávit de la propia administración está siendo orientado a la realización de nuevas inversiones como la adecuación del camino de acceso y, en carpeta, están los proyectos para que Enersa instale una estación transformadora de 132 kV y para que se ponga en óptimas condiciones el ramal ferroviario para cargas.
Con esta infraestructura, el sueño del Parque Industrial en torno al puerto dejará de ser una utopía, más allá de que seguramente habrá que producir nuevos esfuerzos en materia de capacidad de almacenaje. Los números son contundentes: cada embarque genera un movimiento económico del orden de los 600.000 pesos y alrededor de 200 puestos de trabajo en la zona.
De ahí que las municipalidades de Villa Paranacito, Ibicuy y Ceibas se han integrado al proceso y, por ejemplo, estén prestando maquinaria para construir una playón para camiones.
“Esto es importante porque las tres intendencias toman el proyecto de puerto como propio, pero además al incluir el predio del puerto de Ibicuy diferentes zonas de operaciones, cargas generales, cereales, depósitos de frío, zona acopio de minerales y parque industrial para la radicación de empresas y depósitos, hay una concreta reactivación en la zona porque cada una de los trabajos demanda mano de obra”, subrayó el presidente del Instituto Portuario de la Provincia de Entre Ríos, Hugo Rodríguez.
El funcionario no dejó de recordar que hace cinco años “la situación era preocupante al punto de tener cortado la luz y el teléfono y con haberes adeudados a empleados”, mientras que “hoy la situación es diferente porque el puerto se maneja con dos empleados, se dispone de un millón de pesos en depósitos bancarios y en unos 400.000 pesos en caja que se destinan en obras”.
En rigor, todo comenzó cuando la Provincia destinó 3 millones de pesos a la reparación del muelle y, casi en forma paralela, el municipio de Ibicuy se comprometió a llevar agua potable al puerto, distante tres kilómetros del pueblo. A estas decisiones, se agregan los 800.000 pesos que el Estado destinó al dragado del canal de acceso y del pie del muelle para garantizar, más allá de las bajantes del río, que los buques se carguen completamente en el mismo Puerto.
PLANES. En cuanto al plan maestro, el BID lo está financiando y que en los próximos seis meses se prevé licitar la consultoría. Para el proyecto ejecutivo, habría que conseguir financiamiento. En rigor, por esta vía se accederá a 10 millones de dólares si se cumple con la primera etapa que contempla el plan maestro y el fortalecimiento institucional que conlleva la capacitación del recurso humano.
Mientras, siguen también las tratativas para que el puerto sea considerado por el Ministerio de Defensa de Bolivia y la Marina como alternativa para zona franca y transferencia de minerales provenientes de la explotación Mutum, y se logró que la Nación financie los 10 millones de pesos para acondicionar el muelle de Islas.
Por cuerda separada, está en plena ejecución el acceso al Puerto desde la ruta nacional 12 al Paraje Roldán, en la ruta provincial 45, con una inversión de casi 80 millones de pesos. Esta ruta no sólo es importante para el desarrollo de la estación fluvial, sino que además es la única vía de comunicación para una población de más de 5.000 habitantes.
El acceso asfaltado comprende el subtramo 2, sobre la ruta provincial N° 45, desde Paraje Roldán hasta Ibicuy, en 21,11 kilómetros. Dicha tarea fue adjudicada a la Unión Transitoria de Empresas conformada por las firmas José Eleuterio Pitón SA, Lemiro Pablo Pietroboni SA y Construcciones Dos Arroyos SA, y el plazo de ejecución es de 30 meses.
Con un crédito que el gobierno provincial gestionó ante el Fondo Fiduciario Federal de Infraestructura Regional se financiará la nueva traza que se construirá, en gran parte, paralela a las vías del ferrocarril, por lo que demandará el refulado de más de un millón de metros cúbicos de terraplén, la realización de dos nuevos puentes, más el ensanche de otros existentes y un paso alto nivel.
En fin, de a poco lo que fue paraje desolado, postal de un puerto en ruinas, empieza a convertirse en un polo de desarrollo para la provincia en general y para el sur entrerriano en particular.
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