"Tu planeta te necesita. Unidos contra el cambio climático" es el lema que este año promueve las Naciones Unidas para recordar a los gobiernos y a la humanidad en general la necesidad de combatir ese problema que atañe a todos.
El Día Mundial del Medio Ambiente se celebra desde 1972 cada 5 de junio con el objetivo de despertar la conciencia y la acción mundial a favor de la preservación del entorno.
Más allá de lemas o consignas, que se difunden cada año, esos mensajes tienen una dimensión ética porque "el aumento de la temperatura global atenta contra los sistemas que sustentan la vida en el planeta".
Así lo expresó Koichiro Matsuura, Director General de la organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente.
Los efectos devastadores del aumento de la temperatura global no son un invento de los científicos, ni una premonición catastrofista: es una verdad que se manifiesta con los deshielos polares, inundaciones severas o sequías prolongadas.
Minimizar sus consecuencias con recortes más ambiciosos de las emisiones de gases de efecto invernadero es sinónimo de subsistencia, principalmente para los países pobres.
A diferencia de los ricos, ellos carecen de responsabilidad histórica en el aumento de la temperatura global.
Desangrados por las grandes potencias a lo largo de la Historia no tienen los recursos económicos suficientes para hacer frente a un fenómeno que mata, provoca desplazamientos humanos, hambre y deja sin estatus legal a millones de personas.
El clima ya provoca más refugiados que las guerras, declaró a medios de prensa Maurizio Gubbiotti, coordinador internacional de la asociación ecologista italiana Legambiente.
La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) prevé entre 200 millones y 250 millones de refugiados ambientales para el 2050, dijo.
"Es difícil evaluar la dimensión real del problema, porque un solo huracán puede tener un impacto dramático sobre las cifras. El ciclón tropical Nargis, que devastó Myammar en mayo del 2008 y dejó 140 mil muertos, generó 800 mil desplazados", señaló Gubbiotti.
Los países subdesarrollados necesitan financiamientos para aplicar mecanismos de adaptación y mitigación, así como tecnologías limpias que les permitan prácticas económicas sostenibles.
Ello resulta imprescindible para que, por ejemplo, los agricultores puedan satisfacer las necesidades propias, de la familia y también cuidar el medio ambiente, de lo contrario ¿cómo podrían hacerlo?.
Si la temperatura terrestre aumentara más de dos grados -límite en que se debe detener el aumento de la temperatura global- entonces los humanos sentiríamos, aún más, las consecuencias de la irresponsabilidad de no poner coto a tiempo a las emisiones de gases causantes del efecto invernadero.
Precisamente, ese tema es tratado desde el 1 hasta el 12 de junio próximo en la ciudad alemana de Bonn, donde se efectúa una reunión previa a la XV Conferencia de las Partes de la Convención Marco de la ONU sobre Cambio Climático, que se efectuará en diciembre en Dinamarca.
Los países subdesarrollados defienden allí que son necesarios recortes de no menos del 40 por ciento de las emisiones para combatir el calentamiento global. Su pedido no carece de justificación, porque ellos son los más afectados y los menos responsables.
Cada 5 de junio, no solo es un día en el que los ambientalistas y ecologistas se manifiestan con consignas y pancartas para que los gobiernos tomen acciones concretas contra el cambio climático.
Tampoco lemas como "Tu planeta te necesita. Unidos contra el cambio climático" son frases vacías o de ocasión, recuerdan que existe una responsabilidad y el deber ético de ayuda entre todos los habitantes de este planeta a quienes afecta, sin distinción, el calentamiento global afecta a todos.