Tal como lo había hecho el ministro de Aguas y Servicios Públicos Antonio Ciancio, cuando se refirió al caso de las lagunas de retardo reclamadas por Rafaela, sosteniendo que ni siquiera existía el proyecto cuando en realidad hace tiempo que se encuentra en su propio Ministerio -tanto es así que en octubre se caerá la posibilidad de expropiación si no es aprobada por vencerse los plazos-, demostrando un total desconocimiento sobre el tema, ahora es el ministro de Gobierno y Reforma del Estado, Antonio Bonfatti, quien alude a otro caso muy sensible que se encuentra pendiente con Rafaela, como es la inconclusa obra de las cloacas en 8 barrios de la ciudad, por la demora del envío de las partidas correspondientes por parte del Gobierno provincial.
Bonfatti, claramente alineado con el que podría calificarse como "discurso oficial" del Gobierno, incurrió en los mismos argumentos utilizados por el gobernador Hermes Binner en aquella reunión en la Casa Gris en la cual recibió a concejales y vecinos de nuestra ciudad - la cual tuvo un acalorado desarrollo al extremo, inapropiado desde todo punto de vista, de ser llamado "mentiroso" al propio Gobernador-, quien luego insistió con igual temática en su participación en un almuerzo de Mirtha Legrand la presente semana.
Justamente, en la edición de ayer de LA OPINION se presentan claramente dos contrastes absolutos sobre el tema de las cloacas inconclusas. Por un lado, las inconsistentes declaraciones del ministro Bonfatti, quien acusa al intendente Omar Perotti de politizar el caso, cuando en realidad quien lo está politizando es el propio Gobierno provincial, ya que aquí lo único que caben discutir son los compromisos debidamente firmados y el cumplimiento de los mismos. Es decir, los números, que son los que demuestran de qué parte está la verdad, pues en este caso preciso, todo el resto, sobre que las demás ciudades de la Provincia tienen menos cloacas que Rafaela, que existe desde aquí una fuerte demanda -como no la hubo en los anteriores 24 años de administraciones peronistas-, es en definitiva una argumentación política pero no administrativa.
Es que -tal como decíamos- en la misma edición de ayer, en página 7, hay un aviso de la Municipalidad de Rafaela el cual se titula "Cloacas:
la verdad", donde no existe siquiera una sola declaración de contenido político, sino que es pura información sobre fechas de firmas de acuerdos, montos presupuestados y donde aparecen los cumplidos y los incumplidos por la Provincia. A este momento la Provincia adeuda 9.581.490,13 pesos, entre deuda propia más actualización de precios debidamente establecidos por leyes y decretos.
Esto es lo que debe ser rebatido por el Gobierno provincial si insiste en que tiene la razón de su parte. Aquí no son necesarias declaraciones de contenido político -donde siempre quien las dice tiene razón-, sino de exhibir los acuerdos firmados y las pautas cumplidas e incumplidas.
La Municipalidad presenta su cuadro de situación, ampliamente detallado donde existe una deuda de casi 10 millones de pesos, mientras que el ministro Bonfatti dice que este año el Gobierno provincial debe girar sólo 4 millones de pesos y ya cumplió con 2, quedándole todo el resto del año para hacerlo.
Pero no sólo desconoce los números de los presupuestos y las pautas establecidas, sino que también otros aspectos que realmente sorprenden, pues para referirse a un tema en forma oficial, lo menos que se supone es que se tiene conocimiento de lo que se está hablando. Es que, según Bonfatti "las obras no tienen proyecto definitivo", cuando en realidad falta muy poco para terminarlas, e incluso en al menos 3 de los 5 barrios se encuentran concluidas y al aguardo de ser conectadas a la red. Y agrega que por esa causa, es decir, no tener proyecto definitivo, tampoco "tienen un presupuesto final". En realidad, sorprendente por el desconocimiento de cuál es la verdadera situación respecto a las obras de cloacas en esta ciudad, y que aún de ese modo lo manifiesten de tal manera, no digamos ante las autoridades municipales, concejales y legisladores donde la cosa pueda llegar a calificarse de "intencionalidad política" -algo que parece que todo lo pone a resguardo-, sino lo más preocupante ante los mismos vecinos afectados, que saben con mucha precisión lo que está ocurriendo, ya que son ellos los que no pueden utilizar los servicios sanitarios de sus viviendas si lo desagotan los pozos semanalmente, o bien tienen que movilizarse por sus barrios con líquidos cloacales escurriéndose por las calles.
Sin dudas, el tema de las inconclusas obras de las cloacas no está terminado ni mucho menos, pues este que reavivó la presencia del gobernador Binner en el almuerzo de Mirtha Legrand, fue sólo un nuevo capítulo.
Lo realmente claro, es que la verdad es solamente una.
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